Lino, de revelación a descarte

Samuel Lino durante un partido del Mundial de Clubes con el Atlético de Madrid. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN

Madrid, 30 jul (EFE).- Detectado como uno de los futbolistas con un valor más alto en el mercado entre los jugadores considerados prescindibles en la plantilla del Atlético de Madrid, Samuel Lino ha pasado de su impactante irrupción hace dos temporadas a descarte para comenzar una nueva etapa en el Flamengo.

La llegada del media punta argentino Thiago Almada sobrepasó el cupo de tres extracomunitarios y dejó sin sitio al extremo brasileño, al que el club puso el cartel de transferible desde entonces, más visible aún con el comienzo de los entrenamientos de la pretemporada.

Lino es la séptima baja del equipo respecto a la plantilla de la pasada temporada, junto a los defensas Axel Witsel, César Azpilicueta y Reinildo Mandava, el centrocampista Rodrigo de Paul; el extremo Rodrigo Riquelme y el atacante Ángel Correa.

Su salida era cuestión de tiempo, pendiente del equipo que se decidiera a invertir en él. 25 años, rápido y regateador, con experiencia de tres cursos ya en la élite, entre el Valencia y el Atlético de Madrid, y con el desafío aún pendiente de ser internacional con la selección brasileña. Es su carta de presentación en el Flamengo.

No sigue en el Atlético, por la referida condición económica, pero también deportiva: en su zona de acción ofensiva por la izquierda juegan Álex Baena y Thiago Almada, hasta incluso Julián Álvarez y Conor Gallagher han actuado ahí en esta última campaña. Era un puesto cubierto. También el carril con Matteo Ruggeri, Javi Galán e incluso David Hancko.

Aunque la economía pesa en su salida (es el traspaso más alto hasta ahora que ha salido del Atlético en este verano, por unos 22 millones de euros), Lino no ha perdido sólo la titularidad en la última campaña, por debajo de las expectativas que sobrepasó una temporada antes: a su regreso de la cesión al Valencia, reconvertido entonces en el ‘nuevo’ Yannick Carrasco, fue determinante para el colectivo.

Entonces, Lino entró de forma notable en escena en el Atlético, con el espacio que además había dejado el internacional belga para irse a jugar a Arabia Saudí, dentro de un 3-5-2 que reveló sus cualidades para jugar ahí, igual que de extremo izquierdo. Su temporada fue más que convincente, de principio a fin. Un titular casi indiscutible.

A sus 24 años (ahora tiene 25), demostrada su destreza en LaLiga EA Sports en Mestalla, disputó 46 de los 50 partidos disponible en 2023-24, 36 de titular, con 3.000 minutos, ocho goles y ocho asistencias.

Fue el quinto máximo goleador del equipo en aquella temporada, solo por detrás de Antoine Griezmann, Álvaro Morata, Memphis Depay y Ángel Correa, pero muy cerca de los diez goles del neerlandés y de los doce marcados por el argentino.

La última temporada ha sido distinto. Ha marcado la mitad de goles (4) y ha dado los mismos pases decisivos a sus compañeros (8), pero su fútbol ha decrecido en la misma medida que su desborde y su condición decisiva en el uno para uno, por más que ha sido más extremo que carrilero este curso. El paso al 4-4-2 lo repuso más arriba.

Lino ha jugado 700 minutos menos que hace un año. De los 56 choques apto para jugar, en nueve se quedó sin minutos. Disputó 47. Y 29 de ellos como titular (por los 36 de un curso antes).

Ha sido reserva en dos de los tres duelos del Mundial de Clubes, tras el batacazo del 4-0 con el París Saint Germain que señaló a todo el equipo, pero especialmente al flanco zurdo del Atlético, en el que partió como titular. Hace mes y medio.

De sus 47 partidos de la última temporada, solo cuatro los disputó al completo, ninguno desde febrero, desde el 5-0 en la Copa del Rey al Getafe, en el que aportó uno de los goles de su equipo.

Y en nueve de los 29 encuentros de inicio, su actuación se redujo al primer tiempo. Fue sustituido al descanso en ocho de ellos. En el restante, fue el primer cambio en el minuto 10, por la expulsión de un compañero (en este caso, Pablo Barrios) y el obligado reajuste de posiciones ante el Celta en el Metropolitano. Un indicio para el futuro.

A la venta sin disimulo por el club, entre los ‘descartes’ del primer equipo en los ejercicios de la primera fase de la pretemporada en Los Ángeles de San Rafael, su salida ya es un hecho, marcada en la planificación de la plantilla y completada con su traspaso al Flamengo, donde jugará al lado de Saúl Ñíguez, otro descarte del Atlético.

Los números de Lino en el Atlético de Madrid:

– Partidos jugados: 93 (46 en 2023-24 y 47 en 2024-25).

– Partidos titular: 65 (36 en 2023-24 y 29 en 2024-25).

– Minutos: 5.3000 (3.000 en 2023-24 y 2.300 en 2024-25).

– Goles: 12 (8 en 2023-24 y 4 en 2024-25).

– Asistencias: 16 (8 en 2023-24 y 8 en 2024-25).

– Victorias: 57 (29 en 2023-24 y 28 en 2024-25).

– Empates: 15 (5 en 2023-24 y 10 en 2024-25).

– Derrotas: 21 (12 en 2023-24 y 9 en 2024-25).

Iñaki Dufour