‘Lisístrata Montoya’, un clásico para la lucha de mujeres gitanas contra el racismo

Gitanas a Escena, la primera compañía teatral de mujeres gitanas, creada y dirigida por la escritora y actriz Coco Reyes, alza la voz contra el racismo y los prejuicios de este pueblo con el espectáculo 'Lisístrata Montoya', en un año declarado como el del Pueblo Gitano en España que conmemora el 600 aniversario de su llegada. EFE/Tetaro Bellas Artes/Javier Martín Ruiz  *****SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) *****

Madrid, 2 jun (EFE).- Gitanas a escena, la primera compañía teatral de mujeres gitanas, creada y dirigida por la escritora y actriz Coco Reyes, alza la voz contra el racismo y los prejuicios de este pueblo con el espectáculo ‘Lisístrata Montoya’, en un año declarado como el del Pueblo Gitano en España que conmemora el 600 aniversario de su llegada.

Gitanas a Escena, la primera compañía teatral de mujeres gitanas, creada y dirigida por la escritora y actriz Coco Reyes, alza la voz contra el racismo y los prejuicios de este pueblo con el espectáculo 'Lisístrata Montoya', en un año declarado como el del Pueblo Gitano en España que conmemora el 600 aniversario de su llegada. EFE/Tetaro Bellas Artes/Javier Martín Ruiz  *****SOLO USO EDITORIAL/SOLO DISPONIBLE PARA ILUSTRAR LA NOTICIA QUE ACOMPAÑA (CRÉDITO OBLIGATORIO) *****

Coco Reyes ha versionado la obra de Aristófanes, ‘Lisístrata’, porque, según ha explicado a EFE, “nos ofrece todo lo que necesitamos para transformar el mundo. Es una obra muy feminista, en la que mujeres de diferentes pueblos y edades se unen para luchar por la paz y contra la guerra”.

Su mayor guerra, ha puntualizado, es luchar contra el racismo y el machismo, “un mal que daña a todas las comunidades”.

‘Lisístrata’ se estrenó en el 411 a. de C. y en ella el autor ponía de manifiesto la desigualdad entre hombres y mujeres; se trata de una obra considerada como uno de los primeros actos de protesta feminista de la historia que cambió el rumbo de la guerra entre Atenas y Esparta.

En esta reinterpretación, una mujer del barrio de Sacromonte convoca a sus primas para combatir los males que la acechan, un texto en el que se desmontan estereotipos y se reflexiona sobre la persecución histórica de la población gitana.

“No han cambiado muchas cosas desde que yo era niña a ahora”, se lamenta Reyes que ha puesto el apellido de Montoya a esta Lisístrata en honor a su ahijada, a la que le quiere transmitir los valores de su pueblo, y de la que sufre cuando le cuenta que sus compañeras no quieren ir a su casa porque es gitana.

“Hay una parte de la sociedad que nos mal califica y no nos conoce. Buscamos una reflexión, una integración que no nos juzgue, tenemos muchos valores”, argumenta mencionando el cuidado que tienen a sus mayores. “No nos hemos dejado contaminar con los valores modernos”.

Reyes afirma que Aristófanes ha puesto los cimientos de la estructura social de entonces y la de hoy. Un texto en el que se habla de paz, reivindicación social e “igualdad entre los diferentes pueblos y los seres humanos” sin diferencia de sexo, edad, condición racial o política.

Del 4 al 8 de junio el madrileño Teatro Bellas Artes acogerá esta función, que se estrenó en 2024 en el Festival Internacional de Teatro de Mérida y que nació con el impulso de la Caixa Art for Change con mujeres gitanas de los niños del colegio granadino ‘Amor de Dios’, en situación de vulnerabilidad a las que se fueron sumando algunas más de otros pueblos y barrios, limpiadoras, conductoras de Úber, camareras o amas de casa sin formación teatral.

Reyes ha señalado que su intención es dar a conocer la historia del pueblo gitano, “la marginación y los estereotipos que seguimos sufriendo, que vienen de un genocidio y de nuestra diferencias culturales”, y ha añadido que son un pueblo con un pensamiento libre, arraigado a sus valores familiares, algo que, a su juicio, el resto de la sociedad está perdiendo.

La propia Coco Reyes, Melodía Rubio Santiago, Mercedes Rivera, Vanessa Jiménez Cortés, Susana Muñoz, María Carrillo Reyes y Javier Pérez de la Torre conforman el elenco que ha recibido clases de artistas como Eva Yerbabuena o Marina Heredia.

Salvo la directora, ninguna de ellas había tenido antes contacto con la interpretación “ni apenas con la cultura”.

Para Susana Muñoz, una de las actrices, la experiencia ha significado “una catarsis, un renacimiento, un crecimiento personal”, ha asegurado a EFE.

“Me he peleado en redes y físicamente para defender mi historia, es una frustración ver que nada cambia y que no sirve de nada lo que haces para que evolucione lo que la gente piensa sobre los gitanos”, ha indicado.

Muñoz ha apuntado que formar parte de la compañía le ha hecho analizar las cosas desde otra perspectiva y le ha ayudado a canalizar sus sentimientos: “Me ha hecho ver que hay distintas formas de ver las cosas”.

La directora ha advertido que en la obra ha incluido vivencias personales de las actrices, una actividad que les ha ayudado a sentirse valoradas y escuchadas, una terapia que les ha ayudado a subir su autoestima”, con la que esperan que su descendencia no tenga los problemas que han sufrido ellas.