Llega la última gorila a Cabárceno para romper cinco años sin nacimientos

Después de cinco años sin nacimientos de gorilas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el programa europeo de protección de especies en peligro de extinción ha apostado por el parque cántabro para volver a reproducir esta especie con la llegada de la hembra Xetsa. EFE/Celia Agüero Pereda

Celia Agüero Pereda

Cabárceno (Cantabria), 17 mar (EFE).- Después de cinco años sin nacimientos de gorilas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), el programa europeo de protección de especies en peligro de extinción ha apostado por el parque cántabro para volver a reproducir esta especie con la llegada de la hembra Xetsa.

Esta nueva gorila, de siete años, llega del zoo de Frankfurt para jugar, no solo un papel crucial para mantener una población viable de esta especie en cautividad, sino para asegurar que la genética del macho espalda plateada Niky esté bien representada en la población de gorilas de Europa.

El jefe de veterinarios del parque, Santiago Borragán, explica, en una entrevista con EFE, que si Niky logra tener dos o tres crías más, ese objetivo se habrá alcanzado, contribuyendo así al fortalecimiento genético de la especie.

“Niky es prácticamente el número uno genéticamente hablando en la población europea de gorilas. Fue el último que entró de contrabando a Europa y tiene una línea genética muy poco representada dentro de la población de gorilas en cautividad”, cuenta Borragán.

El programa europeo de protección de especies en peligro de extinción envía hembras jóvenes compatibles con su genética para ampliar esta especie, como han hecho ahora con Xetsa.

¿Cómo se decide la compatibilidad genética?

Después de cinco años sin nacimientos de gorilas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el programa europeo de protección de especies en peligro de extinción ha apostado por el parque cántabro para volver a reproducir esta especie con la llegada de la hembra Xetsa. EFE/Celia Agüero Pereda

A través de pruebas de ADN de los distintos individuos se conoce las características genéticas de cada gorila y en base a ello se hacen los acoplamientos entre machos y hembras.

“Nosotros tenemos aquí dos hembras cuya genética está muy representada dentro de la población del gorila en cautividad y esas hembras están por ahora en un impasse sin reproducirse”, precisa Borragán, quien recuerda que el último gorila que nació en Cabárceno fue el macho Kibwe hace cinco años.

El coordinador del programa europeo de protección de especies en peligro de extinción es quien considera, bien porque haya algún gorila fallecido o porque las hembras deban volver a reproducirse, cuándo debe comenzar el proceso de reproducción.

Las hembras de gorila ciclan cada 28 días y, aunque cualquier momento es bueno, la primavera y el calor son favorables para la reproducción.

“Xetsa es una hembra joven, de siete años, reproductivamente en un muy buen momento y Niky ahora tiene un poco de catarro, pero en cuanto lo supere seguro que está preparado para cumplir con su papel”, añade.

Una integración fácil pero lenta

Después de cinco años sin nacimientos de gorilas en el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, el programa europeo de protección de especies en peligro de extinción ha apostado por el parque cántabro para volver a reproducir esta especie con la llegada de la hembra Xetsa. EFE/Celia Agüero Pereda

Borragán explica que la integración de Xetsa al grupo, compuesto por tres hembras (Chelewa, Gwet y Moja) y dos machos (Niky y Kibwe), ha sido fácil porque cuentan con unas instalaciones “francamente buenas” y porque Niky es “enormemente” protector con todas las hembras.

Las instalaciones, con 14.500 metros cuadrados, disponen de una zona de reserva para los recién llegados, con un gran cristal a través del cual se pueden ver unos gorilas y otros, y otro espacio donde pueden comunicarse a través de sonidos, olores o, incluso, regalándose trozos de ramas y golosinas.

“Cuando se ha producido la unión, lo primero que hemos hecho ha sido juntar a Xetsa con Niky, que la ha aceptado sin ningún problema y luego hemos ido soltando el resto de las hembras empezando por la dominante. Como es normal ha habido algún rifirrafe por temas de dominancias, que tienen que establecer entre ellas, pero siempre todo tutelado por Niky”, cuenta el jefe de veterinarios.

La adaptación ha sido “francamente buena” y Xetsa ya no va a ningún sitio donde no esté Niky, aunque la integración sea “algo mucho más lento”.

Xetsa aún está conociendo la instalación, al resto de gorilas y la dominancia se establecerá claramente cuando Niky “la deje un poco de la mano”. De momento ya es la nueva y la favorita del espalda plateada.