Madrid, 12 mar (EFE).- Veinte años después de trabajar juntas por última vez, Lola Herrera y su hija, Natalia Dicenta, comparten escenario en ‘Camino a la Meca’, una obra que reivindica libertad la femenina, la soledad y el camino elegido.

“El encuentro con mi hija es muy agradable, la veo todos los días”, ha dicho con humor este miércoles la actriz vallisoletana, de 89 años, quien reconoce que la admira profundamente, pero se lamenta de que han trabajado poco juntas.

Tras la obra ‘Adictos’, Lola Herrera se sube a las tablas del Teatro Bellas Artes de la capital con un texto de Athol Fugard versionado por Claudio Tolcachir, una pieza que se estrena este jueves, 13 de marzo, y en la que también comparte escena con Carlos Olalla.
En esta obra Lola Herrera interpreta a Helen Martins, una mujer real que se rebeló contra todos los estamentos de su época. Una señora que persiguió el deseo, la luz de la inspiración que no corresponde a ninguna edad ni a ninguna generación.
El personaje le interesa mucho, “es una mujer con años, que protesta contra todo lo que no está de acuerdo, una mujer que ha elegido su propio camino, que lucha contra viento y manera”, explica la actriz.
“Lo que me gusta también de Helen son sus valores, habla de la gente mayor, que parece que, en las últimas épocas, somos la peste”, lamenta la actriz que apunta que “vivimos en una sociedad que no trata bien a las personas mayores”.
Es difícil imaginar a Lola Herrera fuera de los escenarios, una actriz que, como su personaje Helen, siempre han defendido la libertad. “El panorama político global es goloso”, dice la actriz quien señala que la sociedad española estamos opositando para retroceder”.
“Aún no hemos retrocedido, pero no tenemos que olvidar el pasado, debemos de conservar la democracia, defender las cosas positivas”, añade Herrera, quien apunta que “siempre hay alguien con deseo de quitarlas, tenemos que tener cuidado a la hora de votar. La extrema derecha la tendremos. Yo ya no lo veré”.
Tras muchos años interpretando a Menchú en la obra ‘Cinco horas con Mario’ de Miguel Delibes, la actriz se siente una privilegiada dentro de una profesión en la que hay precariedad.
El teatro sigue siendo su alimento favorito. “Si amas el teatro, el teatro no te abandona, te permite seguir trabajando”, cuenta la actriz, quien reconoce que el camino largo ya lo tiene hecho, “ahora me queda el tramo corto”.
Muchos años sobre las tablas, más de seis décadas, y Lola Herrera sigue aprendiendo el oficio. “Siempre hay que aprender, me gusta estar con gente con la que se aprende, aprendo de los jóvenes, de todos, la vida es un aprendizaje”.
Lola Herrera siempre dice que no se va a retirar de la escena y mantiene su palabra. “Tengo buena genética y buena salud, no hago nada especial para mantenerme en forma”, dice la actriz, quien cuenta que quizá el secreto sea amar la vida, amar a la gente.
“Sigo soñando, me sigo emocionado. Me gusta la vida con todos los inconvenientes que puede tener. Quiero seguir batallando, pero no quiero que me regalen nada”.
Natalia Dicenta (Madrid, 1962), que ha heredado el amor por la interpretación de sus padres, Lola Herrera y Daniel Dicenta, asegura que en este proyecto ella y su madre son compañeras de trabajo.