Los 8 de Parla, unos adolescentes que superaron sus miedos para salvar una vida en Irlanda

Los estudiantes de un instituto de Parla, conocidos como 'Los 8 de Parla, que rescataron a una mujer en la costa de Irlanda, cuentan hoy en una entrevista con EFE como fue su experiencia. EFE/Rodrigo Jiménez

Madrid, 9 jun (EFE).- Ainhoa, Sofía, Ángela, Gabriela, Álvaro, Samara, Alejandro y Aleksandar son los nombres de los ocho jóvenes de Parla (Madrid) que, en mayo, superaron sus miedos y salvaron a una mujer que se estaba ahogando en el mar en la localidad de Bray (Irlanda) porque «a cualquiera le gustaría que le salvaran la vida».

Así lo cuentan en una entrevista con EFE estos alumnos, con edades entre los 15 y 16 años, del IES Humanejos de Parla, que a mediados de mayo estaban en Bray apurando los últimos días de un intercambio lingüístico junto a sus profesores, dentro de un programa de inmersión con familias locales para aprender inglés.

Casi un mes después, reconoce Alejandro, la experiencia del intercambio resulta «buena, aunque acabó un poco feo» con un suceso que, no obstante, tuvo un final feliz, pues la señora se salvó y los ocho jóvenes ya están recuperados de algunas heridas que se hicieron en el rescate.

En concreto, el suceso ocurrió cuando los jóvenes estaban haciendo un picnic en la playa de Bray y se dieron cuenta de que había una mujer en el agua flotando boca abajo y vestida, por lo que se alarmaron.

Finalmente, decidieron bajar al mar y Ángela, según recuerda, pese a sufrir talasofobia (miedo irracional e intenso a las grandes masas de agua), se metió en el agua sin pensárselo gracias a la «adrenalina».

«No llevaba bañador, me tuve que quitar la sudadera y meterme en camiseta y en pantalón, como otras de mis compañeras que también hicieron eso», explica.

Una vez que lograron sacar a la señora, de nuevo no se lo pensaron dos veces, y una de las chicas, que es ‘boy scout’, le empezó a hacer una reanimación cardiopulmonar (RCP) , aunque como no se acordaba bien del procedimiento llamó a su madre, quien la ayudó desde la distancia.

Pero entre ellos también hubo «muchos shocks, muchos problemas» y mucha «angustia», sobre todo por Ainhoa, quien durante el rescate se dañó una costilla y se le dislocó una rodilla.

Así que Alejandro Zarzoso y Alexander la sacaron hasta el paseo marítimo y llamaron a una segunda ambulancia para que la atendiera. Es en este punto de la narración donde, desde su madurez, critican algo achacable, habitualmente, a la juventud.

«La llevamos hacia el césped, había más gente mirándonos y vino una mujer y empezó a grabarnos. No nos ayudó, no hizo nada y nosotras le decíamos, ayúdanos, no grabes. Ayúdanos», critican ambos jóvenes sobre esta actitud, a la que se sumaron luego muchos más viandantes durante el tiempo que estuvieron esperando a que llegaran las ambulancias.

«Fue mucho agobio porque al ser otro país, con otro idioma, no sabíamos muy bien qué hacer en situaciones de peligro, y si hubiera sido en España tampoco. Los adultos no ayudaban y solo se dedicaban a grabarnos y no sabíamos qué hacer. Estábamos súper agobiados y lo pasamos muy mal todos», lamenta Ainhoa.

Aún así, la acción de estos ocho jóvenes parleños que estaban disfrutando de una tarde de baño se ha convertido en una «lección y un ejemplo», como afirmaron desde su instituto al conocer la noticia.

«Dicen que los adolescentes no se implican y estos chicos no dudaron en lanzarse el agua para salvar a una persona en un país que no es el suyo», destacaron desde el centro educativo donde estudian estos jóvenes, que ya son un «grupo unido».