Viena, 22 sep (EFE).- Hace al menos 24 millones de años que los abejorros polinizan flores de tilo, según demuestran nuevos hallazgos de fósiles analizados por un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Viena.
Milenarios fósiles tanto de abejorros como de flores de tilo fueron localizados entre los sedimentos del yacimiento paleobiológico de Enspel, en el suroeste de Alemania, explica la universidad en un comunicado difundido este lunes.
«Examinamos cientos, incluso miles, de flores e insectos fósiles en busca de polen, con la esperanza de obtener información sobre la evolución de las flores, los visitantes de las flores y la polinización», explica en la nota el paleontólogo y biólogo Fridgeir Grímsson, jefe del proyecto investigador.
Entre los fósiles descubiertos los científicos hallaron un abejorro que aún conservaba polen de esa época en su pelaje, añade el experto del Departamento de Botánica e Investigación de Biodiversidad de la citada universidad vienesa.
Mediante luz ultravioleta pudieron visualizar microscópicos granos de polen en la piel del insecto o en flores de tilo, y posteriormente extraerlos con una aguja muy fina.
Tras una cuidadosa limpieza, se descubrió que algunas de las flores examinadas provenían de tilos, y también que numerosos abejorros las habían visitado antes de morir en un lago de un cráter volcánico donde quedaron petrificados y fosilizados.
En el marco de este proyecto, los investigadores descubrieron un nuevo tipo de flor de tilo, que denominaron Tilia magnasepala (tilia de grandes sépalos) y que es la primera de su tipo registrada y descrita en el continente europeo según criterios palinológicos (de la ciencia del polen).
Asimismo, encontraron dos nuevas especies de abejorros, bautizadas como Bombus (Kronobombus) messegus y Bombus (Timebombus) paleocrater, dos nombres que hacen referencia a su antigüedad, sus características morfológicas y su ubicación.
Los fósiles de abejorros descubiertos se encuentran entre los representantes más antiguos de su género: solo una especie de Colorado (EE.UU.) es más antigua.
«Esta es la primera vez en el mundo que se ha podido vincular y describir a una flor fósil y sus abejas polinizadoras mediante el polen a partir de los mismos sedimentos», destaca Christian Geier, principal autor del estudio.
El registro fósil proporciona valiosa información sobre desarrollos pasados, como cambios climáticos y sus consecuencias, la extinción de especies y el comportamiento y la adaptación de animales y plantas fósiles a su entorno, recuerda la universidad en su comunicado.
En algunos abejorros estudiados, se observa que exhiben cierto grado de fidelidad floral, es decir, que durante un mismo vuelo visitan solo un tipo de planta, concluye.