París, 26 sep (EFE).- Los agricultores franceses volvieron a tomar calles y carreteras este viernes en distintos puntos del país para protestar contra el pacto comercial UE-Mercosur, los aranceles de Donald Trump y las importaciones de productos que no respetan la reglamentación francesa e incurren en competencia desleal.
Convocadas por el sindicato agrario mayoritario en Francia, la Federación Nacional de Sindicatos de Explotadores Agrícolas (FNSEA), asociada con Jóvenes Agricultores, las movilizaciones se desplegaron en localidades como Versalles (en la región de París), Blois (centro), Estrasburgo (este) o en el departamento de Pas-de Calais (noroeste).
«El motivo de esta movilización es, evidentemente, llamar la atención del jefe del Estado (Emmanuel Macron) sobre el momento en el que nos encontramos. Tenemos, en el plano internacional, numerosas cuestiones sobre los productos que vienen a invadir nuestro mercado y no respetan nuestras normas», indicó Arnaud Rousseau, presidente de FNSEA, en declaraciones al canal BFMTV.
Rousseau estuvo presente en la protesta que discurrió ante el emblemático palacio Versalles y en la que, como suele ser habitual, se utilizaron tractores, alpacas de paja y aperos de labranza, que se levantaron junto a banderas sindicales y pancartas.
En algunos puntos, como en Estrasburgo, las concentraciones se combinaron con acciones como controles simbólicos a los transportistas que circulaban este viernes por las carreteras para chequear la procedencia de sus productos, según destacaron los medios locales.
Estas protestas sirven para reiterar el descontento del campo francés en especial con el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, que está en fase de ratificación en los 27 parlamentos de la UE.
Los agricultores galos consideran que la entrada a Francia de productos latinoamericanos, más baratos y con diferentes normas de producción, podrá perjudicar a la producción nacional.
La clase política francesa también es esencialmente unánime en su rechazo al pacto en su estado actual y apuesta por dar batalla para mejorar cuestiones como las cláusulas de salvaguarda. EFE
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