Los aranceles de Trump golpean a las marcas de coches alemanas pese al acuerdo UE-EE. UU.

Imagen de archivo de un logo de un coche Volkswagen en un concesionario en Madrid. EFE/ Mariscal
Berlín, 6 ago (EFE).- Grandes nombres de la industrial alemana del automóvil, como el Grupo Volkswagen, al que pertenecen, entre otras, Audi y Porsche, o Mercedes-Benz y BMW, ya acusan el golpe arancelario del presidente estadounidense, Dondald Trump, a falta de que el jueves entre en vigor, según está previsto, el acuerdo alcanzado entre Washington y Bruselas. Los resultados de la primera mitad del año de esos fabricantes de coches dieron cuenta en julio, en un contexto también marcado por la competencia china, del millonario impacto que suponen los aranceles de Trump, que del 27,5 % con que se amenazó inicialmente pasarán a ser del 15 % gracias al acuerdo alcanzado entre el presidente estadounidense y la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. El Grupo Volkswagen, al que pertenecen marcas como Volkswagen, Audi, Porsche, Seat o Cupra, vio reducirse sus beneficios netos un 36,6 % respecto a 2024, hasta los 4.005 millones de euros. Porsche y Audi, especialmente golpeadas Dos de las marcas del Grupo Volkswagen están particularmente expuestas a los aranceles de Trump: Porsche y Audi. «Porsche sólo fabrica coches en Alemania, lo que significa que sólo puede vender coches en Estados Unidos si los exporta allí, y entonces se les aplica un arancel del 15 %, lo que complica su situación», dijo a EFE Ferdinand Dudenhöffer, director del laboratorio de ideas Centro de Investigación Automotriz (CAR). En los primeros meses del año, Porsche vio cómo caían sus beneficios netos un 66,4 % respecto a la primera mitad de 2024, hasta los 724 millones de euros, algo que la empresa explicó por la caída de ventas de coches de lujo experimentada en China y los aranceles de Trump. «En Estados Unidos, los aranceles de importación también están ejerciendo una enorme presión sobre nuestro negocio», reconoció Oliver Blume, presidente del Consejo de Administración de Porsche, cuando se presentaron los resultados. La guerra comercial EE. UU. y México, amenaza para Audi La situación de Audi también resulta difícil, pues tampoco tiene fábricas en EE. UU., dado que, en su momento, sus responsables apostaron por levantar en 2016 la fábrica de la población mexicana de San José Chiapa, en Puebla. De resultas, los coches de los cuatro anillos que lleguen a Estados Unidos están amenazados no por el 15 % acordado entre Trump y Von der Leyen, sino por un 25 %, porcentaje que podría aumentar considerablemente cuando termine la prórroga que ha dado el inquilino de la Casa Blanca al país de la presidenta Claudia Sheinbaum. «Al igual que BMW, Audi tiene hoy en día una planta de producción en México. Se hizo así porque se creía que los costes en México eran mucho mejores que en Estados Unidos, pero Trump está ahora en guerra con México y amenaza con imponer aranceles de hasta el 50 %», señaló Dudenhöffer. Según indicó a EFE un portavoz de Audi, «en el primer semestre de 2025, los aranceles estadounidenses afectaron al rendimiento financiero del Grupo Audi con unos 600 millones de euros». En esos primeros seis meses del año, Audi ganó un 37,5 % menos respecto al mismo periodo del año anterior, al caer hasta los 1.346 millones de euros. Algo de ventaja para BMW y Mercedes Al igual que en Audi, según apuntaron a EFE desde BMW, el acuerdo entre Washington y Bruselas es motivo de «satisfacción», aunque en la firma bávara también señalaron que «los aranceles acordados ahora también suponen una carga para las exportaciones europeas y, por tanto, para los consumidores y las empresas que operan a nivel mundial». BMW, que posee las marcas BMW, Mini y Rolls-Royce, ganó en la primera mitad del año 4.015 millones de euros, un 29 % menos que un año atrás, pero, según Dudenhöffer, la compañía bávara es junto a Mercedes-Benz una las firmas automovilísticas mejor situadas. «Mercedes es similar a BMW, también tiene una gran fábrica en EE. UU., donde produce los todocaminos, choques que se envían en parte a Europa y China, por lo que Mercedes se encuentra en una posición muy buena, al igual que BMW» porque «no hay contramedidas de la UE» a las exportaciones estadounidenses, según el director del CAR. Pese a esa ventaja logística y comercial, y a falta de que entren en vigor los aranceles del 15 %, Mercedes-Benz obtuvo un beneficio neto de 2.688 millones de euros en el primer semestre del año, un 55,8 % menos respecto al mismo periodo de 2024. En declaraciones a EFE, en Mercedes-Benz, que emplea a 11.000 personas en Estados Unidos, calificaron del acuerdo del 15 % de «paso significativo» que trae un «alivio importante para la industria alemana del automóvil. Salvador Martínez Mas