Barcelona, 11 jun (EFE).- Los árboles pequeños de la Amazonía sobrevivirían a una sequía prolongada, pero los más grandes morirían, según un estudio liderado por la Universidad de Edimburgo en el que ha participado el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF, por sus siglas en catalán).
En un comunicado emitido este miércoles, el CREAF explica que el experimento se ha realizado durante más de 20 años en dos parcelas de la Floresta Nacional de Caxiuanã (Brasil).
En uno de los recintos se recreó una sequía prolongada, con una reducción de la cantidad de agua al 50 %, mientras que el otro permaneció con las condiciones climáticas habituales.
Fruto del estudio, se ha observado que los árboles más pequeños «serán capaces de adaptarse» a fuertes sequías, «pero los más grandes desaparecerán», lo que provocará la degradación de madera, hojas y raíces en una cantidad «equivalente al 40 % de la biomasa» de los bosques amazónicos y la pérdida de «sumideros de carbono».
Con la muerte de estos ejemplares grandes, también se pierde parte de la biodiversidad que vive entre sus ramas, como hongos, plantas o animales.
La supervivencia de los árboles pequeños se explica porque, al morir los grandes, hay menos competencia por el agua y más luz disponible.
El comunicado también detalla que puede ser que los pequeños tengan una mayor adaptabilidad a ambientes más secos, pero esta es una teoría «muy incipiente» todavía.
Por su parte, la desaparición de los más grandes puede estar relacionada con su mayor exposición al calor, al viento y al estrés por la evaporación del agua.
Sin embargo, el CREAF advierte de que las condiciones de las futuras sequías «serán peores» que las recreadas en el estudio, lo que urge a «investigar más a fondo y más a largo plazo».