Jerusalén, 30 may (EFE).- Casi tres meses de bloqueo israelí a la entrada de bienes básicos a Gaza, ahora distribuidos con cuentagotas, han llevado a la población a la desesperación y cada vez son más palestinos los que se lanzan a asaltar camiones con ayuda humanitaria antes de que lleguen a su destino, explican a EFE los trabajadores de las agencias encargadas de su distribución.
“Hay días en los que asaltan el 100 % de los camiones. Hace un par de días creo que asaltaron 30 de 30. A veces no asaltan ninguno, depende. Pero ahora mismo el porcentaje que está siendo asaltado es muy alto”, señala a EFE en una llamada telefónica la portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Olga Cherevko.
Los equipos de UNICEF también han sido testigos entre este miércoles y jueves del asalto a tres camiones con suministros de nutrición para niños y bebés malnutridos, relata en mensajes de texto el representante de esta agencia de la ONU en Palestina, Jonathan Crikx.
“Según los informes de nuestros equipos en el terreno, esto lo hicieron personas desesperadas buscando algo para alimentar a sus hijos y bebés”, añade Crikx.
Incluso las panaderías a las que llega la harina (uno de los principales productos distribuidos en los últimos días), sometidas a la presión de multitudes agolpadas a sus puertas para conseguir algo de pan, se ven obligadas a cerrar por motivos de seguridad al no sentirse seguras, relató Cherevko.
Las organizaciones humanitarias señalan que a diferencia de noviembre pasado, cuando denunciaron que mafias organizadas ajenas a los islamistas asaltaban camiones de ayuda, ahora los asaltantes son simplemente civiles.
Desesperación tras meses de bloqueo al alimento
Un vídeo grabado en Nuseirat (centro) en la noche del martes, aseguraran a EFE fuentes del enclave, muestra a cientos de personas rodeando y escalando un camión. Quienes logran hacerse con una caja abandonan la zona haciendo gestos de victoria.
A lo largo del miércoles se produjeron varios asaltos contra almacenes de las agencias de Naciones Unidas en el centro de Gaza, confirmó además Cherevko.
“Desesperación” se ha convertido en una palabra constante entre las agencias de la ONU para referirse a quienes detienen los vehículos: la usaba el Programa Mundial de Alimentos (PMA) el pasado 23 de mayo para denunciar el asalto a 15 camiones con comida, lo hacen los portavoces de OCHA y la reitera el representante de UNICEF.
Todos ellos coinciden también al asegurar que cuando el flujo de ayuda era superior los gazatíes de a pie no asaltaban los camiones, a pesar de que la ONU no contrataba equipos de protección.
Israel cerró completamente el acceso a Gaza de bienes básicos (como la comida, medicinas o el combustible, utilizado para hacer funcionar los generadores de electricidad) el pasado 2 de marzo y comenzó a permitir su acceso limitado nuevamente el pasado 19 de mayo. Justificó el bloqueo asegurando que Hamás se hacía con la ayuda humanitaria.
Es una afirmación que no se sostiene, declaraba en un encuentro con la prensa el miércoles el director de OCHA para los territorios palestinos ocupados, Jonathan Whittall. “No tenemos pruebas de que la ayuda coordinada a través de canales humanitarios creíbles haya sido desviada”, dijo, apuntando que el 35 % de la ayuda que entró en Gaza durante el alto el fuego procedía de la ONU.
Los puntos de distribución de GHF
La denominada Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Estados Unidos, ha abierto en la Franja tres de sus cuatro puntos de distribución previstos: uno en Tal al Sultán, otro en el corredor de Morag (ambos en sur) y otro en el campamento de refugiados de Bureij (centro). El norte de Gaza permanece excluido de su reparto.
Los tres centros, sin embargo, quedan en muchos casos a kilómetros de la población, que debe hacer largas caminatas para ir a recoger las cajas de alimento que ofrece el grupo.
Las cajas que GHF ha repartido entre el lunes (cuando abrió su primer punto de distribución) y el jueves, unas 32.000, pueden abastecer a unas 175.000 personas durante tres días y medio. Gaza tiene 2,1 millones de habitantes.
Desde el primer día se han registrado disturbios en estos puntos de distribución al acudir a ellos multitudes de miles de personas, saldándose muchos de ellos con disparos disuasorios de las tropas israelíes apostadas fuera de estas áreas.
El Ministerio de Sanidad gazatí aseguró a EFE que ocho gazatíes murieron en estos incidentes en los dos primeros días de reparto de GHF.
Paula Bernabéu