São Paulo, 6 ago (EFE).- La patronal del sector cafetero de Brasil afirmó este miércoles, día de la entrada en vigor de los aranceles del 50 % impuestos por Estados Unidos a varios productos brasileños, que China de momento no supone una solución inmediata para la previsible caída de ventas a su principal mercado.
«No podemos relativizar el mercado norteamericano, que es nuestro principal comprador, donde respondemos por el 30 % de la oferta. Hay una relación de interdependencia entre Estados Unidos y Brasil», afirmó el Consejo de Exportadores de Café de Brasil (Cecafé) en un comunicado.
El pasado fin de semana, después del anuncio de los nuevos aranceles impuestos por el Gobierno de Donald Trump al país suramericano, la embajada china en Brasilia anunció que habilitó a 183 nuevas empresas brasileñas para exportar café al país asiático.
No obstante, Cecafé explicó que este anuncio «no implica ventas inmediatas», puesto que la comercialización se realiza mediante acuerdos entre empresas.
Al margen, la patronal brasileña reiteró que continúa trabajando con sus socios en Estados Unidos para tratar de que Washington incluya el café en una lista de productos exentos de tasación, o en su defecto, que reduzca el arancel del café brasileño hasta el 10 %, cifra anunciada inicialmente, el pasado abril.
La patronal cafetera dijo que tiene una expectativa «positiva» y mantiene la «esperanza» de que se pueda llegar a un acuerdo que permita a Brasil situarse en igualdad de condiciones con sus competidores, o incluso en situación de ventaja con respecto a países a los que se les aplican tasas más altas.
Brasil es el primer productor y exportador mundial de café y en 2024 vendió a Estados Unidos 8,1 millones de sacos del grano, lo que representó el 16 % del total de las exportaciones brasileñas del fruto y alrededor de un tercio del mercado cafetero estadounidense.
El nuevo gravamen del 50 % amenaza con reducir drásticamente la participación del café brasileño en su principal destino de exportación.
En cambio, China, aunque está ampliando su consumo, se sitúa de momento como el decimocuarto destino del café brasileño, con importaciones de 939.000 sacos en 2024, según los datos de Cecafé.