París, 6 sep (EFE).- Los Republicanos (LR), el gran partido de la derecha francesa, cerró este sábado la controversia interna sobre qué hacer en caso de nombramiento de un Gobierno de izquierdas, y la posibilidad de no censurarlo de entrada en aras de la estabilidad, y afirmaron que en esas circunstancias irán a la oposición.
«Si la izquierda está en Matignon (la residencia oficial del primer ministro), la derecha estará en la oposición», advirtió el secretario general de LR, Othman Nasrou, en la primera de las dos jornadas para marcar el comienzo del nuevo curso político.
Nasrou se refería así a la hipótesis que ha circulado en los últimos días de un posible Ejecutivo dirigido por un primer ministro socialista si, como se espera, el actual, el centrista François Bayrou, se ve obligado a dimitir el lunes por perder la moción de confianza que él mismo ha convocado en la Asamblea Nacional.
El responsable de LR, que es uno de los principales soportes del Gobierno de Bayrou y tiene varios ministros, criticó las pretensiones del primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, porque no sólo pretende gobernar con los ecologistas y los comunistas, sino que -lo que es mucho más grave a su juicio- no descarta aliarse de nuevo con La Francia Insumisa (LFI).
«La izquierda francesa sigue siendo rehén de LFI y de todos esos incendiarios que quieren echar a perder la República», afirmó para descalificarlo antes de lamentar que «nuestro drama en Francia es que tenemos la izquierda más retrógrada de Europa».
La más que probable caída de Bayrou y de su Gobierno el lunes deja en manos del presidente francés, Emmanuel Macron, la decisión de tratar de salir de la crisis política con la convocatoria anticipada de elecciones legislativas o nombrando a un nuevo primer ministro que pueda ser refrendado por la Asamblea Nacional.
Según las filtraciones de los últimos días, Macron ha sondeado la posibilidad de ampliar la base que sustentaba al Ejecutivo de Bayrou con los socialistas.
Pero el PS ha señalado que está dispuesto a liderar un gobierno pero sólo si es un gobierno de izquierdas, no en una coalición con formaciones de derechas o de centro derecha, y que trataría de obtener el acuerdo de los otros partidos del Parlamento texto por texto.
En ese escenario, el jefe de los diputados de LR, Laurent Wauquiez, causó la sorpresa el jueves al decir que no censuraría «ni un gobierno del PS ni un gobierno del RN», la Agrupación Nacional de Marine Le Pen para evitar «una inestabilidad catastrófica» para Francia.
Pero a Wauquiez le llovieron las críticas dentro de su partido en las horas siguientes, empezando por el ministro del Interior, Bruno Retailleau, que dijo que «si LR aceptó entrar en el Gobierno, es precisamente para impedir que la izquierda llegue al poder».
Gérard Larcher, presidente del Senado, que es uno de los barones de LR, insistió este sábado en esa idea de que «no se puede tener un acuerdo de gobierno con la izquierda que quiere más impuestos y más gasto público».