Julio César Sánchez

Madrid, 31 jul (EFE).- Un encierro de Juan Luis Fraile -y un sobrero de Guadajira- sin estridencias en cuanto a cuajo aunque ofensivo de pitones, no dio opción alguna de lucimiento a una terna compuesta por Rubén Pinar, Rafael Cerro y Raúl Rivera, que se llevaron cinco silencios y una ovación con peso de paisanaje.

La segunda de las corridas del verano en Las Ventas (si contamos como primera la celebrada el pasado 22 de junio), en plena diáspora vacacional en la capital de España, se saldó con el desencanto de los asistentes debido al deslucido juego de los toros de Juan Luis Fraile, que tan solo empujaron en el caballo, pero no así en el resto de los tercios. Además, anduvieron ayunos de entrega en sus descompuestas arrancadas.
La cita unía en la terna a un veterano y rodado Rubén Pinar, y a dos nombres que resultaron relativamente familiares en el coso venteño hace años, como son los de Rafael Cerro (diez temporadas sin pisar Las Ventas) y Raúl Rivera, quien con su comparecencia confirmó alternativa, habiéndola tomado en 2014; ambos sin apenas haberse vestido de luces en los últimos años, sobre todo en el caso de Cerro.
Raúl Rivera no se dio coba con el toro de su confirmación, primero de la tarde, un sobrero de la ganadería titular que no tuvo maldad ni tampoco empuje para terminar sus rebrincadas acometidas. En el sexto el toledano lo intentó con ganas aunque sin limpieza merced a los tornillazos con los que el de Fraile adornó sus evoluciones tras la tela roja.
Rubén Pinar nada pudo hacer frente al parado y reservón segundo, un toro con peligro que probaba, no pasaba y con el que abrevió ante la imposibilidad de lograr lucimiento alguno.
La lidia del sobrero de Guadajira, corrido en cuarto lugar, contó con una notable brega de Raúl Ruiz con el capote, y una ineficaz labor de Álvaro Oliver y Víctor Manuel Martínez con los palos, quienes necesitaron demasiadas pasadas para, al fin, dejar cuatro banderillas sobre el lomo colorado del toro que, a esas alturas, en el inicio del último tercio, ya se movía cansinamente a media altura.
Con tal material Pinar se puso por los dos pitones en sendas tandas, mostró la nula condición de su oponente, y se fue a por la espada, apiolando con celeridad al de Fraile.
El tercero se arrancó con ímpetu al caballo en tres encuentros para regocijo de los tendidos. Antes, el jaleado recibo a la verónica, pulcro sin más de Rafael Cerro, quedó claro que el extremeño había venido acompañado de numerosos seguidores, dispuestos a aplaudir con generosidad a su paisano.
Luego, tras un entonado tercio de banderillas a cargo de Rafi Goria y, sobre todo, de Iván García, el de Juan Luis Fraile embistió con transmisión aunque sin clase en la primera serie para, a continuación, tornar las arrancadas en topetazos soltando la cara, tropezando al torero extremeño en el muslo derecho, pasando a la enfermería por su propio pie después de despenarlo al cuarto intento. Quedó la sensación de que el tercer puyazo estuvo de más.
El quinto, con el torero ya de vuelta de la enfermería, apretó en el peto de Daniel López y se arrancó con cierta codicia a la muleta de Cerro, aunque lo hizo de manera muy ocasional.
El extremeño, con los tendidos deseando auparle, intentó ligar sin éxito, lográndolo tan solo en una serie en la que atacó con el zapatillazo. El resto, intentos infructuosos. Ello no impidió que, tras una estocada corta muy baja, un tendido, el 5 concretamente, pidiera la oreja. Y antes, en el último tercio, también música.
A la postre, lo único que llevarse al zurrón de la memoria del festejo se sustanció en una verónica y media de Rubén Pinar, ambas por el pitón izquierdo al cuarto, y un quite de peligro de Rafael Cerro a David Adalid a la salida de un par en el quinto. Demasiado poco.
FICHA DEL FESTEJO: Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Corrida de toros iniciada a las 21:00 horas. 9.082 espectadores.
Se lidiaron cinco toros de Juan Luis Fraile (primero bis), y uno de Guadaira (cuarto bis), bien presentados. Primero bis, deslucido. Segundo reservón y sin recorrido en sus viajes. Tercero sin clase y brusco. Cuarto bis aplomado. Quinto y sexto sin clase.
Rubén Pinar (de sangre de toro y oro): pinchazo y bajonazo (silencio); estocada entera desprendida y tres descabellos (silencio).
Rafael Cerro (de blanco y plata): tres pinchazos y media desprendida (silencio); estocada corta caída (ovación con saludos tras aviso).
Raúl Rivera, que confirmaba alternativa (de carmelita y oro): bajonazo y estocada entera caída (silencio); pinchazo muy bajo y casi entera baja (silencio).
Raúl Rivera confirmó alternativa con el toro Cardero, número 65, de 531 kilos de peso.
Iván García y Rafi Goria saludaron tras banderillear al tercero.