Pamplona, 10 jul (EFE).- Los toros de la ganadería madrileña de Victoriano del Río han completado un cuarto encierro de los Sanfermines veloz y sin heridos por asta.

La manada, compuesta por tres toros negros y tres colorados, ha corrido agrupada prácticamente todo el recorrido, dejando en algunos instantes metros entre los mozos, pero sin llegar a romperse, hasta completar la carrera en poco menos de 2 minutos y medio, y dejando varios corredores trasladados al hospital con contusiones, según el primer parte médico.

Con las campanadas de las 8 horas de la iglesia de San Cernin, el cohete ha marcado puntual el inicio del encierro, el décimo cuarto en el que participan las reses de Guadalix de la Sierra, que han salido de los corrales de Santo Domingo bien arropadas por los cabestros, que les han guiado al encuentro con los mozos.
Con ellos delante han comenzado a tomar velocidad, con un toro colorado que ha ganado posiciones conforme avanzaba la cuesta hasta encabezar la manada en la plaza Consistorial y uno negro que cerraba el grupo, una disposición con la que han avanzado hasta completar el tramo de Mercaderes y tomar la curva de la Estafeta sin caerse.

Por la larga calle Estafeta la torada ha discurrido estirada, con huecos entre los bravos pero que no han llegado a romper el grupo aunque el negro que cerraba la manada ha llegado a distanciarse algunos metros en algún momento.
Pese a algún derrote por el lado izquierdo de la calle y las caídas habituales por el gran número de mozos y mozas que se habían congregado en el recorrido, los de Victoriano del Río han seguido cumpliendo en este tramo su fama de veloces y nobles.
En Telefónica ya ha tomado la cabeza uno de los cabestros, al que seguía una manada no muy compacta pero unida, lo que ha permitido a algunos participantes correr cerca de las astas de forma limpia.
Estirados pero sin romperse entre ellos han entrado los bravos madrileños en la plaza de Toros, donde esta tarde serán lidiados por los diestros Sebastián Castella, Emilio de Justo y Borja Jiménez.