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Los desastres por incendios forestales a nivel mundial aumentan en frecuencia y costo

Imagen de agosto pasado en la que bomberos tratan de sofocar un incendio en una construcción en la localidad de A Caridade, en el municipio de Monterrei (Ourense). EFE /Brais Lorenzo

Redacción Ciencia, 2 oct (EFE).- Los incendios forestales han aumentado notablemente en frecuencia y coste en los últimos 40 años, con una aceleración pronunciada desde 2015, y, aunque se produjeron fuegos catastróficos en todo el mundo, se concentraron en el Mediterráneo y en los biomas de coníferas templados.

Un estudio liderado por la Universidad de Tasmania (Australia) usó 44 años de datos (1980-2023) para analizar la distribución, tendencias y condiciones climáticas relacionadas con los incendios forestales más letales y costosos.

Los desastres económicos aumentaron considerablemente a partir de 2015, y el 43 % de los 200 eventos más dañinos se produjo en la última década, coincidiendo con condiciones climáticas cada vez más extremas, en regiones vulnerables y densamente pobladas.

Los resultados, basados en un análisis de datos globales de reaseguros e informes internacionales sobre desastres, revelan una tendencia preocupante y ponen de relieve «la urgente necesidad de adaptarse a un mundo más propenso a los incendios», señala el artículo que publica Science.

En el periodo estudiado se produjeron fuegos forestales desastrosos en todo el mundo, pero se concentraron en los biomas mediterráneos y de coníferas templadas. El riesgo de desastres fue mayor allí donde los incendios diarios de alta energía se cruzan con zonas ricas y pobladas.

Los incidentes mortales relacionados con incendios forestales también han aumentado significativamente, triplicando su frecuencia desde 1980.

El equipo, formado también por la Universidad de California (EE.UU.), indica que esta escalada en los fuegos forestales se debe a una combinación de condiciones climáticas cada vez más intensas y a factores humanos como la expansión de la interfaz entre zonas silvestres y urbanas, los cambios en el uso del suelo y las políticas de extinción de incendios a largo plazo.

Aunque los biomas propensos a los incendios, como los bosques mediterráneos, los bosques templados de coníferas y los bosques boreales soportan una gran parte de los desastres, ahora también están surgiendo impactos significativos en otras regiones, en particular en los márgenes de las zonas urbanas prósperas.

El estudio incluye regiones con climas muy dispares y otros factores socioeconómicos que «pueden enmascarar los resultados» y, en general, «se trata de un artículo muy norteamericano, cuyas conclusiones son discutibles en otras partes del mundo», consideró el profesor de la Universidad Politécnica de Valencia Eduardo Rojas, que no participó en la investigación.

En cuanto a la relevancia en la práctica en España, señaló a la plataforma de recursos científicos Science Media Centre que el artículo «olvida un factor clave en las condiciones mediterráneas», que es el «abandono del territorio y de su gestión —sea agrícola, ganadera o forestal— junto al hundimiento de amplias zonas rurales en términos demográficos».