Marina Estévez Torreblanca
San Sebastián, 22 sep (EFE).- Alauda Ruiz de Azúa ha presentado este lunes en San Sebastián ‘Los domingos’, una película sobre la decisión de una joven de entrar en un convento que la directora de ‘Cinco lobitos’ aborda con una riqueza de matices relacionada con su propia «fe en el espectador», al que invita a sacar sus propias conclusiones.
El filme, que compite con otros dieciséis títulos por la Concha de Oro que se entregará el próximo sábado, ha sido recibido con aplausos y comentarios laudatorios de periodistas de distintas nacionalidades durante la rueda de prensa, en la que además de la directora y guionista estaban sus principales intérpretes: Nagore Aramburu, Patricia López Arnaiz, Blanca Soroa, Miguel Garcés, Juan Minujín y Mabel Rivera.
‘Los domingos’ cuenta la historia de Ainara (Soroa), una joven idealista y brillante de 17 años que cuando debe decantarse por una carrera universitaria manifiesta que se siente cada vez más cerca de Dios y que se plantea abrazar la vida de monja de clausura. La noticia pilla por sorpresa a toda la familia abriendo un abismo.
La apuesta de Ruíz de Azúa ha sido tratar de entender a todos los personajes y puntos de vista, sin caer en maniqueísmos ni ridiculizarles, y «tener fe en el espectador», de modo que la película se convierta en un «viaje lleno de matices» que lance «buenas preguntas» y en el que cada uno «saque sus propias conclusiones».
«A veces nuestra superioridad moral nos impide llegar a entender al otro», ha continuado la directora, que asegura que «no tiene las respuestas», aunque admite que de todos los personajes, el que interpreta Patricia López Arnáiz, la tía de la joven que trata de disuadirla de meterse a monja de clausura, es el que «puede estar más cercano» a ella.
Como ha explicado la propia López Arnáiz, la tía «no quiere investigar ni conocer su experiencia, lo que tiene es miedo porque siente la responsabilidad de proteger a su sobrina», para quien es su referente femenino tras la muerte de su madre.
Su contrapunto, además del padre de la joven, lleno de claroscuros, es la madre superiora del convento, que la actriz Nagore Aramburu (con cuatro títulos en este festival), ha intentado construir otorgando «realidad y veracidad a esa vocación».
«Tenía que ser un sitio de refugio y que le diese paz, y eso tenía que ser veraz. Había que creérselo. Hemos trabajado desde ahí porque muchas veces esa paz es bastante inquietante», ha subrayado Aramburu.
Vocación de generar debate

La historia nace de una anécdota de la juventud de la cineasta nacida en Barakaldo (Vizcaya) en 1978, cuando una conocida suya decidió seguir una vocación religiosa, algo que le pareció una decisión «muy radical» y que le generaba «muchísima curiosidad» en una persona de su misma edad.
Después de la galardonada ‘Cinco lobitos’ (2022), comprendió que podía abordar el tema, pero una vez más desde el ángulo de la familia y de sus «fragilidades» -algo también presente en la serie ‘Querer’- y se dispuso a investigar para traer a 2025 «cómo es una vocación religiosa», un aspecto en el que ha intentado ser «muy rigurosa» ha señalado.
Esta película nace con vocación de generar conversación y debate, que no combate, ha insistido la directora, sobre cuánto de lo religioso hay todavía en una sociedad laica. «Yo el otro día veía a Karol G cantando en el Vaticano, por ejemplo, y ese es el mundo de contrastes en el que vivimos», ha remarcado.
De hecho, la música juega también un papel relevante en la película, a través de canciones como ‘Into my arms’, de Nick Cave, que interpreta el coro, o de la música que las jóvenes amigas escuchan, incluidos temas de Quevedo y Bizarrap.