Madrid, 19 sep (EFE).- Varias organizaciones ecologistas se han manifestado este viernes en contra del plan de inversión de casi 13.000 millones de euros en aeropuertos españoles presentado ayer, ya que la ampliación de infraestructuras aeroportuarias y el crecimiento del transporte aéreo «son incompatibles con los compromisos climáticos».
Amigas de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF han señalado que el plan anunciado el jueves por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para la modernización y ampliación de capacidad de la red de aeropuertos gestionados por Aena «choca frontalmente con los compromisos adquiridos como país».
Las organizaciones han criticado en un comunicado conjunto que «el anuncio de la mayor inversión aeroportuaria de la historia», que sigue reforzando el transporte más contaminante, se haya producido justo durante la Semana Europea de la Movilidad y en un contexto en el que España ha asumido el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte un 42 % para 2030 respecto de 2005.
A su juicio, este anuncio es incompatible con la lucha contra la emergencia climática y supone un retroceso en los esfuerzos para reducir las emisiones del sector del transporte, el más emisor de la economía española, con una contribución 32,6 % al total de las emisiones de gases de efecto invernadero en España.
Ampliar aeropuertos supone estimular de forma directa el aumento de vuelos y, por tanto, de emisiones y de contaminación local, afectando al clima, a la salud de las personas y a la biodiversidad de los territorios donde se ubican, han agregado.
Según un estudio de la ONG europea Transport & Environment, la contaminación producida por los aviones sería la causa de 52.205 casos de hipertensión, 64.918 de diabetes y 5.340 de demencia en torno a los aeropuertos de Barcelona, Madrid, Málaga y Palma de Mallorca.
En 2024, el transporte aéreo de España fue el segundo con más emisiones de toda la Unión Europea (UE): generó 22,6 millones de toneladas de CO₂, lo que equivale a casi la mitad de todas las emisiones de Suecia en ese año.
Reclaman la paralización de cualquier ampliación
Por ello, reclaman al Gobierno la paralización indefinida de cualquier ampliación de infraestructuras aeroportuarias y planes de crecimiento de la aviación (tanto ampliación de pistas como nuevas terminales y nuevas conexiones ferroviarias entre aeropuertos), así como los proyectos inmobiliarios asociados de ciudades aeroportuarias, un modelo que favorece a grandes capitales a costa de la población y del planeta.
Además, exigen al Ejecutivo la eliminación de los vuelos en trayectos cortos que tengan alternativa ferroviaria y la redefinición de su actual política de transporte y su responsabilización en la gestión de la misma, en aras del interés general, dejando a un lado los intereses privados de entes como Aena.
Su petición de cancelar el proyecto se basa en tres razones principales: impactos climáticos y ambientales, repercusiones sociosanitarias en la población y destrucción de la naturaleza y proyectos en contra del interés general.
Según diferentes estudios, las ampliaciones de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat supondrían un aumento de las emisiones de CO₂ de un 35 % y un 33 %, respectivamente, algo totalmente incompatible con los compromisos europeos y con la legislación ambiental de ámbito tanto estatal como autonómico.
A pesar de ser un problema frecuentemente invisibilizado, el transporte aéreo y la actividad aeroportuaria son una importante fuente de partículas ultrafinas, hollín y ruido, entre otros.
Numerosos estudios han demostrado cómo la población cercana a los aeropuertos tiene una mayor probabilidad de padecer enfermedades cardiovasculares, discapacidad auditiva, alteraciones del sueño o deterioro del rendimiento cognitivo.