Madrid, 10 jul (EFE).- Los fabricantes de automóviles y las empresas asociadas a la patronal española Anfac facturaron 76.855 millones de euros en 2024, un 2 % interanual menos, en un ejercicio marcado por la presión regulatoria de Europa, las tensiones geopolíticas y proteccionistas, y la creciente competencia de China y EE. UU.
Así lo ha expresado este jueves el director general de Anfac, José López-Tafall, durante la presentación del informe anual, donde ha reconocido que este escenario «extremadamente retador» no es el mejor para un sector «en un punto de inflexión tecnológico, de mercado y de coyuntura» que enfrenta la «ingente necesidad de nuevas inversiones y de lanzamientos de productos».
Los datos de la asociación -que hacen referencia a las filiales de estas firmas en España- muestran cómo, durante el año pasado, el resultado neto de dichas compañías creció un 89 %, a 2.018 millones de euros, en tanto que la inversión, a falta de consolidar la aportación de algún gran fabricante, ascendió a 2.434 millones.
Por su parte, el empleo descendió ligeramente, hasta los 57.189 puestos de trabajo directos en sus centros de producción y operativos, ha explicado López-Tafall, que ha destacado, asimismo, que la automoción continúa siendo una de las actividades con mayor rendimiento contributivo en materia fiscal para el Estado.
En el último año, las diferentes tasas e impuestos asociados a los vehículos acumuló 39.838 millones de euros, un 1,7 % más. De hecho, el impuesto de matriculación mejoró su recaudación en un 7,5 %, hasta los 6.052 millones, después de que las ventas en España superaran el millón de unidades por primera vez desde 2019.
En términos de balanza comercial, se rondaron los 16.000 millones de euros, unas cifras que dejan al vehículo como el producto que mayor saldo positivo aporta, sostiene Anfac.
Esta patronal de fabricantes de automóviles recuerda el valor de la automoción para España, segundo productor europeo y, ahora, noveno a nivel mundial al ser superado por Brasil.
En 2024, la producción se aproximó a los 2,38 millones de vehículos fabricados en el país, un 3 % menos, lo que interrumpió la senda de recuperación iniciada dos años antes.
En ello pesó la reducción de los últimos meses, motivada por la demanda a la baja de los vehículos electrificados, tanto en el mercado nacional como en los principales destinos en Europa, así como por el reajuste en las fábricas ubicadas en España para la entrada en producción de los nuevos modelos con esta motorización.
El país cuenta con casi una veintena de fábricas repartidas por nueve comunidades autónomas, ha señalado el director general de Anfac, que ha celebrado la «buena noticia» de haber recuperado la planta de la Zona Franca de Barcelona, antes en manos de Nissan y que fue reactivada por Ebro.
Desde su punto de vista, «es muy importante» recuperar centros de producción «y no perder ni uno solo».
Elevada presión regulatoria al automóvil
Durante su intervención, López-Tafall ha puesto el foco en la presión regulatoria de los organismos comunitarios, y es que -ha dicho- no hay «ni un solo sector europeo» sujeto a la misma carga que soporta la automoción.
Una circunstancia que resalta Anfac en su informe, donde asegura que el Viejo Continente está avanzando hacia una movilidad cero emisiones gracias a esta actividad, «pero no al ritmo necesario, sobre todo por falta de compromiso de otros agentes».
En una carta, el director general de la patronal asevera que el sector y el Gobierno están comprometidos con este objetivo, «ya no solo por exigencias, sino por el propio interés de preservar una industria que genera cerca de 2 millones de empleos, aporta más de 16.000 millones de euros a la balanza comercial y es referente industrial europeo y mundial».
«Sin embargo, ideologías, dogmatismos y el exceso de regulación a veces dificultan avanzar con agilidad», sentencia.