Los factores sociales de la persona determinan su juicio sobre «humanidad» de los animales

Imagen de archivo de un oso panda gigante. EFE/ ZIPI

Redacción Ciencia, 18 jun (EFE).- Los factores sociales de las personas, como la educación, la religión o si viven en entornos rurales o urbanos, son determinantes a la hora de atribuir cualidades «humanas» a los animales, lo que puede eclipsar la importancia ecológica de las especies menos carismáticas y socavar los objetivos de conservación más amplios.

Investigadores de varios países, liderados por la científica Federica Amici, de la Universidad de Leipzig (Alemania), han realizado un estudio entre adultos de cinco países (Brasil, Indonesia, México, Malasia y España) para comprender cómo los factores sociales de las personas influyen en su tendencia a atribuir cualidades humanas a los animales (lo que los investigadores denominan ‘antropomorfizar’).

Los investigadores, que hoy publican los resultados de su trabajo en la revista iScience de Cell Press, han comprobado cómo se usan esas cualidades propias de los humanos y las imágenes (un oso polar ‘deprimido’ o un panda ‘carismático’) para obtener apoyo a iniciativas de conservación.

Y descubrieron que factores como la integración social, la vida urbana, la educación formal y la religión pueden influir en la tendencia de una persona a atribuir características humanas a los animales y afecta a su disposición a participar en programas de conservación.

Cualidades que influyen en las estrategias de conservación

Un equipo internacional de investigadores ha comprobado que los factores sociales de las personas, como la educación, la religión o si viven en entornos rurales o urbanos, son determinantes a la hora de atribuir cualidades "humanas" a los animales. En la imagen, un resumen gráfico de su trabajo. Federica Amici/Universidad de Leipzig

 “Desafortunadamente, el antropomorfismo influye significativamente en los esfuerzos de conservación”, ha observado la investigadora Federica Amici, y ha precisado que las especies que se parecen más a los humanos o exhiben comportamientos similares suelen recibir más atención, financiación y apoyo público.

El cuestionario se centró en la crianza de los participantes y en sus percepciones sobre la similitud física de los animales con los humanos y sus juicios sobre la capacidad de los animales para la emoción, la conciencia o el libre albedrío.

Así, la encuesta reveló que las personas socialmente aisladas asocian a los animales con mayor frecuencia con las emociones y la similitud física de los humanos que las que están socialmente más conectadas.

“Las personas que se sienten solas o no tienen una buena conexión con los demás a menudo intentan satisfacer su necesidad de conexión social viendo cualidades humanas en animales u otros seres no humanos”, ha manifestado Amici.

Aquellas personas con experiencias más ‘urbanas’, como tener una mascota, visitar zoológicos o consumir contenido multimedia con animales, mostraron una mayor tendencia al antropomorfismo en toda la encuesta, y fueron más propensas a atribuir consciencia, emociones e intencionalidad a los animales; y quienes tienen más educación formal son menos propensos a pensar que los animales tienen autonomía.

Diferencias también entre religiones

La educación religiosa también influyó, ya que los participantes de religiones monoteístas como el islam y el cristianismo son menos propensos a atribuir conciencia o libre albedrío a los animales en comparación con los participantes de religiones como el budismo y el hinduismo, y los agnósticos y ateos también atribuían menos libre albedrío a los animales.

En conjunto, los resultados ayudan a identificar comunidades donde la atribución de rasgos humanos a los animales podría mejorar las estrategias de conservación, pero Amici ha subrayado que identificar las bases del antropomorfismo no debería ser el objetivo principal.

“Creo que antropomorfizar las especies puede ser un enfoque eficaz, pero debe usarse con cautela”, ha señalado la investigadora, que ha incidido en que ese aspecto podría contrarrestarse enfatizando otros aspectos, como el papel ecológico crucial de cada especie.