Caracas, 21 abr (EFE).- Los fieles en Venezuela vivieron este lunes el fallecimiento del papa Francisco, a sus 88 años de edad, con dolor, tristeza y pesar, pero, a la vez, con alegría por el regreso a “la casa del padre” del primer pontífice latinoamericano, que deja un legado marcado por la misericordia y su cercanía con la gente, según los creyentes.
Decenas de personas acudieron a la Catedral de Caracas, en el centro histórico de la ciudad, para participar en una misa celebrada en homenaje a su santidad, encabezada por el nuncio apostólico en Venezuela, monseñor Alberto Ortega, quien destacó la “cercanía” de Francisco con la gente, así como su “profunda humildad” y la misericordia “a la que siempre, siempre hacía referencia”.
“Cuando le preguntaban al papa Francisco quién era, él decía ‘soy un pecador perdonado’. Siempre hablaba de la misericordia”, dijo el español en medio de la eucaristía, ante un recinto que no daba abasto para que más feligreses pudieran sentarse.
De pie estaba Diego Marín, un comerciante de 40 años de edad, quien dijo a EFE sentir “mucha tristeza”, pero “también alegría porque el que ha muerto con Cristo, resucita con Cristo, y él está ya en su eterno descanso”.
“Fue un gran hombre, lastimosamente criticado por muchos, pero ahí uno se da cuenta de que él estaba haciendo muy bien su trabajo”, expresó Marín.
La misa dedicada al papa, quien falleció este Lunes de Pascua en su residencia de la Casa Santa Marta -tras más de dos meses de problemas respiratorios que lo mantuvieron hospitalizado durante 38 días-, comenzó a las 11:40 hora local (15:40 GMT), tras un recorrido por la catedral de unas 40 personas, entre ellos monaguillos, servidores del altar y presbíteros, que precedieron al nuncio apostólico.
12 años de misericordia
Letty Lozada, una publicista de 50 años, dijo a EFE estar “bien consternada” por el fallecimiento, ya que albergaba la esperanza de que se recuperara.
“Mi corazón se llenó de profunda tristeza, pero una enorme alegría porque los que creemos sabemos que ha vuelto a la casa del padre, los que entendemos el mensaje de que venimos es para servirle, alabarle y adorarle, (…) y volver a la casa del padre es la meta”, señaló.
Para ella, Francisco, cuyo papado duró poco más de 12 años, representaba “la esperanza de la misericordia y del mensaje de la alegría” y “vino a darle su puesto a todo el mundo”, ante una sociedad que “se ha encargado de etiquetar a muchos sectores”.
En la misa también participaron el arzobispo de Caracas, monseñor Raúl Biord, y el obispo auxiliar de la capital venezolana, monseñor Carlos Márquez, quienes previamente ofrecieron una conferencia de prensa dentro de la catedral junto a Ortega, durante la que destacaron la relación que el sumo pontífice tuvo con Venezuela y la de este país con él, así como sus llamados al diálogo y a la fraternidad.
Tras la misa, las religiosas Diana Luján, de 26 años, y Beatriz Gutiérrez, de 24 -integrantes de la congregación Siervas de Jesús, fundada por la beata Carmen Rendiles, cuya canonización fue aprobada en marzo por el papa-, dijeron a EFE que fue “impactante” la noticia, aun cuando se sabía que “su salud estaba delicada”.
Sin embargo, Luján considera “una gracia también que el señor le ha regalado al santo padre que haya muerto un día como hoy”, Octava de Pascua, y en “el año jubilar”.
Por su parte, Gutiérrez, pese a sentirse triste, señaló que “queda la alegría dentro del corazón” de haber sido “amados y acompañados durante su pontificado”, que fue de “cercanía, de misericordia, de amor a Dios y al prójimo”.
“Esta noticia nos tiene un poco tristes, pero, a su vez, llenos de alegría y de esperanza de saber que ahora él va a acompañarnos y a interceder por nosotros desde el cielo”, agregó.
Venezuela decretó tres días de luto a partir de este lunes por el fallecimiento de su santidad.
Carlos Seijas Meneses