Los Ángeles (EE.UU.), 21 ago (EFE).- Los hermanos Lyle y Erik Menéndez, sentenciados en 1996 a cadena perpetua por el asesinato de sus padres José y Kitty Menéndez, afrontan este jueves una audiencia clave que valorará la posibilidad de otorgarles la libertad condicional tras más de tres décadas en prisión.
La Junta de Libertad Condicional de Californiana evaluará en un proceso que durará al menos dos días el caso de los dos hermanos por separado, comenzando por Erik, el menor de la familia.
Este órgano emitirá una recomendación sobre si los hermanos Menéndez son aptos para que se les conceda la libertad condicional, aunque la decisión final sobre el caso recaerá en el gobernador de California, Gavin Newsom, quien dispone de las facultades para conceder o denegar esta petición a asesinos convictos.
Se espera que tanto Lyle como Erik testifiquen en estas audiencias, así como sus familiares, en un intento por defender su libertad tras más décadas en prisión después de que un tribunal de EE.UU. los condenase a cadena perpetua sin posibilidad optar a la libertad condicional por el asesinato de sus padres en 1989.
Esta condena fue revisada el pasado mayo por la Justicia de EE.UU. y se redujo la pena a entre 50 años de cárcel y cadena perpetua, permitiendo la posibilidad de solicitar una audiencia para salir de prisión.
Los hermanos fueron hallados culpables del asesinato de sus padres, Kitty y José Menéndez, ocurrido el 20 de agosto de 1989 en su casa de Beverly Hills, en un controvertido caso en el que los jóvenes denunciaron haber sufrido abusos sexuales por parte de su padre.
Inicialmente, Erik y Lyle afirmaron a la Policía que encontraron los cuerpos sin vida de sus padres tras haber pasado la tarde fuera de casa, pero levantaron sospechas cuando comenzaron una vida de excesos tras acceder a la fortuna familiar.
El caso recobró notoriedad pública con la exitosa serie de Netflix ‘Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez’, a la que se sumaron un documental y el revuelo levantado por una nueva generación que observa con otros ojos a quienes antes fueron considerados asesinos despiadados.