Saná, 19 mar (EFE).- Los rebeldes hutíes del Yemen condenaron este miércoles la nueva oleada de bombardeos efectuados por Estados Unidos contra “objetivos civiles” en al menos cuatro ciudades del país, que han provocado heridas a al menos nueve personas en la capital, Saná.
“Condenamos la flagrante agresión estadounidense contra nuestro país, que tuvo como blanco a objetivos civiles”, dijo el Ministerio de Salud de los insurgentes en un comunicado, en el que denunció que los aviones de combate de Estados Unidos lanzaron “varias incursiones” contra diferentes puntos del Yemen.
Una de ellas apuntó “deliberada y directamente a un salón de bodas en construcción en las cercanías de un barrio residencial en el distrito de Al Thawra” de Saná, donde se produjeron nueve heridos, siete mujeres y dos niños.
Sin embargo, testigos y residentes informaron a EFE de que el lugar atacado era un “depósito” utilizado por el movimiento insurgente respaldado por Irán, contradiciendo así las afirmaciones de los hutíes.
“Consideramos a Estados Unidos, a la comunidad internacional y a las organizaciones internacionales y humanitarias política y moralmente responsables de las consecuencias de los ataques y bombardeos deliberados de instalaciones civiles y barrios residenciales”, añadió el departamento en la nota.
La televisión Al Masirah, portavoz de los hutíes, dijo que además de Saná los bombardeos tuvieron como objetivo “los alrededores de la ciudad de Saada”, al norte de la capital; la localidad septentrional de Hazm, en la gobernación de Al Jawf; y un distrito de la ciudad de Al Bayda, en el centro del país.
Esta nueva ola de bombardeos se produjo minutos después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiera de que Irán debe cesar completa e inmediatamente su apoyo a los hutíes, no solo reducirlo, y amenazó a estos últimos con que serán “completamente aniquilados” si no cesan los ataques contra Israel y el mar Rojo.
El líder republicano estimó en su red social, Truth Social, que se ha infligido ya “un daño tremendo” a los hutíes y recalcó que “la situación empeorará progresivamente”.
Estados Unidos inició el fin de semana una serie de ataques aéreos contra distintas ciudades controladas por los hutíes en el norte y el centro del Yemen, así como en la capital, Saná, unos bombardeos que se saldaron con más de medio centenar de muertos.
Los rebeldes anunciaron la semana pasada que reanudarán sus operaciones militares contra barcos israelíes o vinculados al Estado israelí si no se permitía el acceso de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde Israel ha reanudado sus ataques a gran escala.
Asimismo, la madrugada de este miércoles afirmaron haber atacado por cuarta vez en 72 horas el portaaviones estadounidense USS Harry S. Truman en el mar Rojo, mientras que el martes reivindicaron el lanzamiento de un misil balístico hipersónico contra una base aérea en Israel.
Trump, cuya Administración clasifica como grupo terrorista a esos rebeldes chiíes, les ha prometido recientemente el “infierno” si no dejan de amenazar la navegación internacional, mientras que desde el Ejecutivo se insiste en que seguirán atacando a los hutíes hasta que cesen los ataques marítimos.