Guayaquil (Ecuador), 29 sep (EFE).- La Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), la organización social más grande del país, aseguró este lunes que no darán «ni un paso a atrás» en su decisión de protestar en contra de la eliminación del subsidio al diésel y responsabilizó al presidente, Daniel Noboa, del «caos» que puede haber en el país si el mandatario no deroga la medida.
«Exigimos al Gobierno que escuche las demandas legítimas de las organizaciones sociales, que deje de sostener una postura de guerra contra el pueblo», aseguró el presidente de la Conaie, Marlon Vargas, en una rueda de prensa, en Quito, este lunes, poco después de que la portavoz del Gobierno, Carolina Jaramillo, ratificó la medida sobre el diésel.
«Señor presidente, si se hace caos en el Ecuador, el único responsable será usted. No queremos que se repita lo de 2019 y 2022. Estamos en capacidad de luchar», advirtió.
El movimiento indígena lideró en 2019 y 2022 sendas manifestaciones que llevaron a los entonces presidentes Lenín Moreno (2017-2021) y Guillermo Lasso (2021-2023) a dar marcha a atrás cuando también quisieron eliminar las subvenciones estatales a los combustibles para cumplir con las metas de ajuste fiscal de los programas crediticios firmados con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sin embargo, el Gobierno de Noboa ha insistido en que no va a negociar ni a retroceder en la medida, con la que el precio del diésel subió de 1,80 a 2,80 dólares por galón (3,78 litros), pues ha señalado que el subsidio nunca favoreció a los más pobres sino a la minería ilegal y al contrabando, entre otros.
En ese sentido, Vargas señaló que ellos también se mantendrán «firmes» y que hay más pueblos que ya se están organizando para unirse a la protesta.
«Hay infiltrados del Gobierno»
El presidente de la Conaie reiteró que ellos no son «terroristas» y que no están «financiados por la mafia», en respuesta al discurso del Gobierno, que acusa a manifestantes de perpetrar actos de «terrorismo» durante los ocho días de protestas que se han intensificado en la provincia norteña de Imbabura, donde falleció un manifestante, una docena de militares han sido heridos y otros diecisiete han sido retenidos.
«El verdadero terror lo ha impuesto el Gobierno con su represión contra el pueblo», dijo Vargas, quien mostró su indignación por la muerte el domingo del comunero indígena Efraín Fuerez, quien fue asesinado por las Fuerzas Armadas, según denunció la Conaie.
«Denunciamos la brutalidad con la que los militares han atacado a población civil indefensa mientras siguen sin dar una respuesta efectiva a la crisis de inseguridad que golpea al país. Este asesinato no puede quedar en la impunidad», afirmó.
Vargas pidió también la liberación de doce personas de sus comunidades que están encarceladas y que son procesadas por el delito de «terrorismo» tras haber sido detenidos luego de un ataque a una estación de policía y la quema de diez vehículos policiales y particulares en Otavalo, el pasado lunes,
Además, dijo desconocer sobre la retención de militares que denuncia el Gobierno. «Nosotros no somos pueblos que secuestramos. Eso es solamente un invento para ingresar al territorio, asesinar y fusilar», indicó.
El presidente de la Conaie señaló también que «hay mucha gente infiltrada» del «mismo Gobierno» en las protestas.
«El Gobierno infiltra y luego daña y dice: ‘Vamos a encarcelar a esta gente porque ellos están haciendo daño'», reiteró y cerró la puerta a un posible diálogo: «¿Cómo se puede dialogar después de asesinar?».
‘No’ a la Asamblea Constituyente

El movimiento indígena aseguró también que harán campaña por el ‘No’ en la pregunta del referéndum del próximo 16 de noviembre sobre la instauración de una Asamblea Constituyente para reemplazar la Constitución aprobada durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017).
Vargas aseguró que con esa Constituyente Noboa quiere «eliminar los derechos colectivos».
