Madrid, 23 sep (EFE).- La mitad de los jóvenes en España (el 50,9 %) considera que lo más importante en su vida es tener buena salud, seguido de estabilidad laboral (44,4 %) y disponer de tiempo libre (32,4 %). Muy por detrás sitúan el desarrollo profesional (17,2 %) y el éxito en el trabajo (14,8 %).
Son datos de la investigación «Inserción laboral juvenil: aspiraciones, preocupaciones y desafíos», presentada este martes por la Fundación Pfizer y el Centro Reina Sofía de Fad Juventud, que muestra cómo inciden el trabajo y los estudios en su salud: el 29 % padece estrés continuo y el 25 % ansiedad, cifras más elevadas entre las chicas.
A esto se suman los problemas físicos: casi la mitad (48,3 %) sufre dolores musculares recurrentes y cuatro de cada diez padece fatiga o falta de descanso, especialmente los que trabajan y estudian a la vez.
Retos: bajos salarios y vivienda
Los principales retos que enfrenta la juventud con respecto al mercado laboral son los salarios bajos (así opina el 41,9 %), la falta de oportunidades para adquirir experiencia (35,5 %) y la dificultad para emanciparse (32,6 %).
El estudio, basado en encuestas a más de 1.200 jóvenes de entre 15 y 29 años, expone que las chicas participan más en el mercado laboral que los chicos (64,1 %, frente a 51 %), pero en peores condiciones: un 32,2 % cobra menos de 1.100 euros al mes frente al 20,7 % de ellos.
Además, el 39,5 % declara sufrir estrés continuo por motivos laborales o académicos, más del doble que los chicos (17,8 %).
Si las consecuencias son especialmente notables en quienes compaginan trabajo y estudios, también lo son en el grupo de 25 a 29 años, y especialmente persistente en mujeres.
Conciliar, antes que mejores sueldos o prestigio profesional
El informe también refleja la importancia de la conciliación. Más de un tercio de la juventud (34,8 %) señala que lo más relevante al elegir un empleo es que les permita compatibilizar su vida laboral con la personal, por encima de tener ingresos elevados o prestigio profesional.
En términos económicos, la realidad continúa marcada por la precariedad. Más de uno de cada cuatro jóvenes asegura cobrar menos de 1.100 euros al mes, con la brecha de género presente: el 32,2 % de chicas frente al 20,7 % de chicos se encuentra en esta franja salarial.
Casi un tercio reconoce que su situación actual les ha reducido el tiempo de ocio (31,4 %) y normalizado el estrés (30,4 %), mientras que un 27,7 % asegura haber experimentado síndrome del impostor.
Para Beatriz Martín Padura, directora general de Fad Juventud, los jóvenes están diciendo «con claridad que su bienestar no es negociable».
«Los resultados de este estudio no dan lugar a dudas, la juventud española antepone la salud y la calidad de vida al trabajo», ha aseverado Sergio Rodríguez, presidente de la Fundación Pfizer.