Isla Galeta (Panamá), 3 jun (EFE).- La caribeña zona de Isla Galeta en Panamá, donde funcionó un centro de comunicaciones militares de Estados Unidos durante la administración estadounidense del Canal, ha sido parcialmente reforestada con manglares gracias a una colaboración entre la ONG Wetlands International y la empresa eléctrica AES.
«Esta área es un humedal, que son de importancia a nivel mundial. No solamente constituyen las áreas de manglares, sino que también Isla Galeta alberga pastos marinos (y) arrecifes de coral», dijo a EFE Carlos Rivas, coordinador de proyectos de Wetlands International.
En Isla Galeta, ubicada en la provincia caribeña de Colón, han sido reforestadas al menos 5,9 hectáreas de manglar rojo, blanco y piñuelo desde 2017. Esto gracias al impulso de AES a través de un programa de compensación, la asesoría de Wetlands International y la ayuda de voluntarios.
Recuperación de ecosistemas

El proyecto se inició para reforestar de manglares esa paradisíaca zona, casi desértica desde que dejó de existir la Zona del Canal en 1999, un protectorado de Estados Unidos que se prolongó durante 85 años mientras el país norteamericano administró la vía acuática.
Allí se sembraron hasta 12.000 plantones de manglar, un 60 % de blanco y rojo, y un 40 % del tipo piñuelo, bajo un riguroso sistema de canales, según explica Rivas: «Todo depende de las condiciones de los mismos, las particularidades, ya que el mangle blanco tolera niveles de inundación o salinidad más alta que el piñuelo».
«La distribución no se hace al azar. Hay un estudio y monitoreo, no solamente a nivel de fauna (…) sobre todo en los canales, porque eso es lo que va a establecer de dónde vienen las especies, si son de origen dulceacuícola o salado; todos forman el ecosistema», apunta el también biólogo marino.
Ahora, a orillas del mar, vive en esa zona recuperada un variado ecosistema de cangrejos, pájaros y algún cocodrilo bajo la protección de los manglares, un tipo de árbol propio de las zonas tropicales en grave peligro de extinción y con una gran importancia frente a la crisis climática por su capacidad de defensa ante tsunamis.
«Me emociona muchísimo cuando vas allá y ves esos manglares mucho más altos, los caminitos con los canales, los pececitos ya nadando y cómo viene recuperándose», señala el presidente de AES Panamá, Miguel Bolinaga.
Múltiples proyectos en marcha

Isla Galeta guarda una curiosa historia: fue convertida, entre los años 1939 a 1959, en un centro de inteligencia y comunicaciones militares de Estados Unidos por su posición estratégica. Sin embargo, esa base militar provocó la pérdida de al menos unas 35,3 hectáreas de manglares, según información del Gobierno panameño.
Y más tarde, en 1964, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales estableció allí un laboratorio para estudiar biodiversidad marina. Su objetivo era generar proyectos de educación ambiental para cambiar el propósito del lugar y divulgar la importancia de los manglares, así como de otros ecosistemas de la zona.
Sin embargo, este no es el único proyecto socioambiental de AES Panamá. La empresa de energía tiene una central hidrológica y otra hidrobiológica en Changuinola, provincia de Bocas del Toro. Además, cuenta con el programa ‘Soy mujer electricista’ para formar a mujeres dentro de la industria eléctrica.
«Tenemos otros proyectos de reforestación en otras comunidades, proyectos de voluntariado en la parte de educación (…) (y) el proyecto mujer electricista, donde en este momento estamos tratando de llevar a cabo la mayor presencia de mujeres dentro de un sector que es básicamente de hombres», apuntó Bolinaga.
En concreto, el plan general de reforestación de AES en Changuinola es de una compensación de 880.252 árboles de especies nativas. De ese total, se han sembrado 291.974 en un total de 398 hectáreas, a través de la participación de 11 organizaciones comunitarias en actividades de protección ambiental.