Toronto (Canadá), 22 may (EFE).- Los ministros de Finanzas del G7 acordaron trabajar para eliminar prácticas económicas que generan “desequilibrios excesivos” en el sistema comercial mundial, según el comunicado final de la reunión del grupo que concluyó este jueves en Banff (Canadá).
El texto, aunque en ningún momento nombra a China (país acusado por EE.UU. de originar las prácticas comerciales injustas), señala que el grupo está preocupado por “desequilibrios macroeconómicos globales insostenibles” y solicita al Fondo Monetario Internacional (FMI) que fortalezca sus análisis sobre esos desequilibrios.
El anfitrión de la reunión, el ministro de Finanzas de Canadá, François-Philippe Champagne, señaló en la rueda de prensa final que el encuentro, marcado por el caos creado por las políticas arancelarias de EE.UU., fue “muy exitoso”.
“Mis colegas y yo hemos alcanzado un acuerdo para un comunicado final que subraya sobre todo la importancia de la unidad del G7 ante complejos problemas globales. Un comunicado conjunto en este importante momento demuestra la determinación que compartimos en trabajar unidos en este momento crucial”, añadió.
Aunque el comunicado final no hace referencia a los aranceles globales impuestos por EE.UU., Champagne fue cuestionado por la contribución de Washington a la inestabilidad económica y aseguró que las conversaciones en Banff han sido “muy constructivas y productivas”.
“Entendemos la necesidad de reducir la incertidumbre para aumentar el crecimiento. Para mí, este G7 ha sido el del regreso a la esencia del G7. Mi misión era promover estabilidad y crecimiento y, de todas las reuniones a las que he asistido, esta fue una en la que ha habido conversaciones francas”, añadió.
En una velada referencia a China, el grupo (formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido) indicó en el texto que intensificará su escrutinio sobre políticas y prácticas no orientadas al mercado (NMPP en inglés), como la sobrecapacidad y la falta de transparencia.
También relacionado con el gigante asiático, el grupo se refirió al aumento de los envíos de bajo valor con destino a sus economías “y el potencial que tiene para abrumar y aprovecharse de los controles aduaneros” para facilitar el tráfico de drogas y la importación de falsificaciones entre otros delitos.
Los ministros de Finanzas condenaron la invasión rusa de Ucrania e indicaron que están dispuestos a aumentar las sanciones contra Moscú si no se llega a un alto el fuego y a mantener inmovilizados los activos rusos hasta que Rusia termine su agresión y “pague por el daño que ha causado”.
En este sentido, el G7 dijo que contribuirá a aumentar “la confianza de inversores (en la reconstrucción de Ucrania) con iniciativas bilaterales y multilaterales”.
Champagne destacó el pacto de los siete países para que “nadie que haya apoyado a la máquina de guerra de Rusia se beneficie de los esfuerzos de reconstrucción” del país.
Sobre delitos financieros, incluidos el lavado de dinero y la financiación de actividades terroristas, se acordó mejorar la cooperación internacional para detectar riesgos emergentes y “entender el papel de la tecnología”.
Además, el comunicado final destaca el potencial de la inteligencia artificial (IA) para impulsar la productividad, así como la necesidad de vigilar sus riesgos en el sector financiero. También subraya la amenaza creciente de los ciberataques a la estabilidad financiera global y se plantea, por primera vez, el impacto potencial de las tecnologías cuánticas en la seguridad de los datos.
En el plano internacional, los ministros respaldaron iniciativas para integrar a países de ingresos bajos y medios, especialmente en África, América Latina y el Caribe, en las cadenas de suministro de minerales críticos y energías limpias.