Los muertos por el terremoto de Afganistán superan los 1.400 y una réplica golpea la zona

Imagen de Dar-E-Noor, tras el terremoto de la noche del domingo. EFE/EPA/STRINGER

Asadabad (Afganistán), 2 sep (EFE).- Los muertos por el terremoto ocurrido el pasado domingo en el este de Afganistán ya han superado los 1.400, mientras que este martes se ha registrado una nueva réplica, de magnitud 5,2, en la zona afectada por el seísmo.

Los talibanes informaron hoy de que la cifra total de muertos registrados tras la catástrofe ha aumentado a 1.411, mientras que han elevado el recuento de heridos hasta los 3.124, principalmente en las provincias orientales de Kunar y Nangarhar.

A 34 kilómetros de la capital de esta última región, Jalalabad, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registró esta tarde una réplica del seísmo de magnitud 5,2, la más intensa hasta este momento.

Según la Media Luna Roja Afgana, las labores de rescate continúan en la zona, que permanece parcialmente aislada por el derrumbe de carreteras y vías de acceso.

«Muchas personas siguen atrapadas bajo los escombros», informó la organización humanitaria.

El coordinador humanitario de la ONU en Afganistán, Indrika Ratwatte, advirtió de que el número de víctimas «probablemente aumentará», mientras que la organización cifra los afectados en más de 12.000.

Los helicópteros de la administración talibán evacuan a los afectados hacia hospitales en las ciudades de Jalalabad y Asadabad, mientras maquinaria pesada trata de despejar las carreteras, que han quedado bloqueadas.

La destrucción alcanza viviendas, escuelas y mezquitas, además de tierras agrícolas y ganado, lo que agrava la vulnerabilidad económica de miles de familias rurales.

OCHA, la oficina de coordinación humanitaria de Naciones Unidas, identificó como prioridades inmediatas refugios temporales, agua potable, medicinas y alimentos de emergencia.

La ONU liberó cinco millones de dólares de su fondo de respuesta global, el Reino Unido anunció un millón de libras (1,3 millones de dólares) en ayuda de emergencia y la India envió un millar de carpas y toneladas de alimentos. China, Pakistán, Irán, Egipto y la Unión Europea (UE) también ofrecieron apoyo.

Afganistán, inmerso en una profunda crisis económica y con un sistema sanitario debilitado por la falta de recursos, enfrenta enormes dificultades para atender la emergencia, agravada por las restricciones impuestas por el régimen talibán y la reducción de la ayuda internacional en los últimos dos años.

Ciudadanos como Maqamuddin, de 90 años y responsable del cuidado de varios niños pequeños, se han visto obligados a desplazarse de sus viviendas, en la zona afectada por el terremoto.

El anciano se refugia al borde de una carretera, donde las temperaturas superan los 40 grados, sin contar aún con una tienda de campaña, según detalló a EFE, que se desplazó a la zona del seísmo.

«Hoy es el tercer día desde el terremoto y la desolación todavía continúa. Nuestras casas han sido destruidas, no nos queda nada para vivir, y nuestros niños están sin refugio. Solo recibimos algo de ayuda alimentaria, pero eso no es una solución», añadió Maqamuddin.