Madrid, 30 abr (EFE).- Los embajadores que han entregado este miércoles sus cartas credenciales al rey han vuelto a llegar al Palacio Real de Madrid a bordo de carrozas de caballo de época, una tradición, única en el mundo, que se remonta al siglo XVIII y que no se realizaba desde septiembre de 2022.

Es una ceremonia tradicional que atraviesa varias calles del centro de Madrid y que se había interrumpido durante casi dos años y medio por las labores de entrenamiento de los caballos que son utilizados para tirar de las carrozas, aunque ha habido también algunas cuestiones de carácter administrativo que han alargado el plazo de renovación, según han explicado a EFE fuentes de Patrimonio Nacional.
En la ceremonia de este miércoles, Felipe VI ha recibido en el Palacio Real de Madrid las cartas credenciales de los nuevos embajadores de República Dominicana, Portugal, Georgia, Bangladesh, Omán y Kuwait.
Los carruajes de Patrimonio Nacional son utilizados para trasladar a los embajadores desde el Ministerio de Exteriores hasta el Palacio Real de Madrid. Entre 4 y 6 caballos tiran de cada carroza, dependiendo del rango de la persona que lleven y en la presentación de cartas credenciales salen un total de 12 caballos para trasladar sucesivamente a los nuevos embajadores.
Los caballos son ejemplares de gran envergadura pertenecientes a razas centroeuropeas como la hannoveriana, la oldenburguer o la KWPN (Real Warmblood de los Países Bajos, por sus siglas en neerlandés).
Cuando un nuevo caballo se incorpora a las Reales Caballerizas es entrenado diariamente durante aproximadamente un año para poder participar en esta ceremonia.
El uso de carruajes también se vio interrumpido por la pandemia, y el 16 de enero de 2020 fue la última fecha en la que se celebró antes de ese primer paréntesis. Pero solo pudo realizarse desde mayo hasta septiembre de 2022, cuando volvieron a utilizarse los coches oficiales en sustitución de los carruajes de época para trasladar a los nuevos diplomáticos.
La berlina de gala, de seis caballos, es guiada por personal de Patrimonio Nacional vestido de época, y recorre la plaza Mayor, la calle Mayor y la de Bailén hasta el Patio de la Armería con la escolta de un escuadrón de la Guardia Real.
Una vez en el patio del palacio, la comitiva es recibida con los acordes del himno nacional de sus respectivos países y con los honores de un destacamento de la Guardia Real.
Felipe VI ha recibido este miércoles en este tradicional acto las cartas de Tony Raful Tejada, embajador de la República Dominicana; José Augusto de Jesús Duarte, de la República Portuguesa; Alexander Chkuaseli, de Georgia; Masudur Rahman, de la República Popular de Bangladesh; Thamir Faiz Khalfan Al Alawi, del Sultanato de Omán; y Zeiad I. M. M. Alanbaie, de Kuwait.
Una vez que se han presentado por separado en la Cámara Oficial, el monarca ha mantenido una reunión con cada embajador en otra sala para intercambiar impresiones sobre el estado de las relaciones bilaterales.
Las cartas credenciales son el documento que acredita a un embajador extranjero como representante y máxima autoridad diplomática de otro país en España. La ceremonia de entrega ante el Jefe del Estado se remonta al siglo XVIII, y se ha mantenido prácticamente intacta en su desarrollo hasta la actualidad.