Tokio, 22 ago (EFE).- El índice de precios al consumo (IPC) de Japón se incrementó el 3,1 % interanual en julio pasado, debido al encarecimiento de los alimentos, en especial de los cereales, y pese a la bajada de precios en el sector energético.
El indicador, que excluye los precios de los alimentos frescos por su alta volatilidad, muestra una desaceleración respecto al aumento del 3,3 % interanual de junio, del 3,7 % de mayo y del 3,5 % de abril, según los datos publicados por la Oficina de Estadística del Ministerio del Interior y Comunicaciones, pero se mantiene por encima de la meta estable del 2 % del Banco de Japón (BoJ).
Los precios de la energía bajaron en dicho mes el 0,2 %, mientras que la electricidad redujo su precio el 0,7 %, uno de los valores de mayor peso en la desaceleración del indicador en julio de 2025. Mientras que el gas se mantuvo sin cambios con respecto al mes precedente.
El precio de la alimentación, al margen de los productos frescos, se encareció un 8,3 %, principalmente por un incremento del 27,4 % en el precio de los cereales, lo que da cuenta del impacto que está teniendo la «crisis del arroz» que atraviesa el país por la especulación.
Por otra parte, los alimentos frescos se encarecieron el 3,3 % y las verduras subieron su precio el 3,7 %.
En lo que respecta a la inflación subyacente, aquella que excluye los alimentos frescos y la energía, esta avanzó el 3,4 % en julio, la misma cifra que en el mes anterior, también por encima del objetivo del banco central japonés.