Ciudad del Vaticano, 18 may (EFE).- Los reyes Felipe VI y doña Letizia han felicitado este domingo al papa León XIV y le han transmitido su deseo de verle pronto en España durante el saludo que ha tenido lugar en la basílica de San Pedro poco después de finalizar la solemne ceremonia de la misa de inicio de Pontificado.
Felipe VI y doña Letizia, como otros jefes de las delegaciones internacionales que asistieron a la misa, han podido saludar al papa tras la misa, momento en el que el rey ha transmitido sus deseos en nombre de España y han conversado con él.
Según han informado fuentes de Casa Real, los reyes “han transmitido a Su Santidad el Papa la felicitación y los mejores deseos en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real para un venturoso pontificado, y que esperan verle pronto por España”.
Un pontificado sobre el que Felipe VI ya dijo tras su elección que confiaba en que fuera “una verdadera fuente de esperanza para la humanidad”.
Al igual que hicieron el 19 de marzo de 2013, entonces como príncipes, en la misa de inicio del pontificado de Francisco, Felipe VI y la reina Letizia han asistido a la ceremonia en la que León XIV ha recibido el anillo del pescador y el palio, símbolos del poder pontificio.
Los reyes de España llegaron a las 9:45 horas locales de la mañana al Vaticano para participar, en un lugar destacado de la Plaza de San Pedro, a esta misa, que se ha prolongado durante más de dos horas.
Felipe VI ha vestido de uniforme de gala del Ejercito de tierra, con el Toisón de Oro y la Gran Cruz de Carlos III, mientras que la reina Letizia iba de blanco y con mantilla del mismo color, en virtud de un privilegio vaticano del que disfrutan las reinas católicas, frente al negro que deben portar la mayoría de las invitadas, y cubría su cabeza con una mantilla del mismo color.
Con este vestido largo con cuello redondo y mangas largas de silueta ajustada, Letizia Ortiz ha sido una de las cuatro reinas que ha podido acudir de blanco a la ceremonia y que también han llevado Charlene de Mónaco, Matilde de Bélgica y María Teresa de Luxemburgo.
Se trata de un antiguo símbolo de agradecimiento del Vaticano a las casas reales que se mantuvieron fieles a la Iglesia católica cuando en otros reinos se convirtieron a las iglesias protestantes, y que la reina Letizia tuvo por primera vez cuando, junto con Felipe VI, realizó su primer viaje fuera de España recién nombrados reyes.
A su llegada los reyes saludaron a otros representantes de las delegaciones internacionales, entre ellos el presidente ucraniano, Vlodomir Zelenski, los príncipes Alberto y Charlene de Mónaco, y a la reina Máxima de Holanda, así como al presidente italiano, Sergio Mattarella, o la presidenta de Perú, Dina Boluarte.
Al igual que el pasado día 26 de abril, en el funeral por Francisco, el protocolo vaticano situó a los reyes justo al lado del altar en el que León XVI oficia la misa, junto a la fachada principal de la basílica.
Felipe VI y doña Letizia han presenciado la solemne ceremonia junto a las delegaciones de Emiratos Árabes y de Lienchestein y próximos a los grandes duques de Luxemburgo y los príncipes de Mónaco
En filas posteriores se ha sentado el resto de la delegación española, que componían la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, así como el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.
Todos ellos posaron junto a los reyes para una fotografía en la sede de la embajada española en la Santa Sede junto a la embajadora, Isabel Celaá, antes de la misa.
Tras la ceremonia, el ministro Félix Bolaños ha deseado también a León XIV, en un mensaje en X, “suerte y acierto al frente de la Iglesia” y ha avanzado que la voluntad del Gobierno español es “continuar la senda de diálogo, acuerdos, respeto y cooperación que hemos tenido en los últimos años”.
El Gobierno español ya envió una carta al Vaticano pidiendo una audiencia de León XIV con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y lo invita a que visite España.
Tras la misa y el saludo al papa, los reyes han abandonado Roma, donde llegaron el sábado por la tarde, de regreso a España.