Madrid, 12 ago (EFE).- Basados en unas criaturas diminutas del folclore alemán, los intrépidos duendecillos que protagonizan ‘Los Súper Elfkins’ se dejarán ver por España a partir del 14 de agosto, con el estreno en cines de este filme animado que aborda nuevos valores europeos y conflictos entre clanes.

Secuela de ‘Elfkins: Baking a Difference’ (2019), de la directora Ute von Münchow-Pohl, el filme pone en segundo plano el origen legendario de estos duendes y profundiza en el carácter de su personaje principal, Elfie, quien sueña con vivir una vida más emocionante y elegir su propio destino, para disgusto de los miembros mayores y conservadores de su familia.
El futuro de esta heroína da un giro inesperado tras su encuentro con Bo, el miembro más joven de otro clan que usa ciertos dispositivos para llevar a cabo acciones temerarias que no son necesariamente legales, razón por la que acaban siendo perseguidos por la policía Lanski y su gata Polipette.
«Mientras que los antiguos Elfkins son tradicionalistas de la era analógica y valoran su buena y antigua artesanía, sus parientes aportan un nuevo elemento estilístico a la película; este grupo es una especie de guerrilla de la diversión y poseen todo tipo de aparatos tecnológicos», explica su directora, la animadora Ute von Münchow-Pohl (Bremen, 1958), en declaraciones facilitadas por su productora.
Así, esta nueva secuela añade acción, artilugios digitales y una filosofía de vida diferente, además de reflejar valores europeos sobre la infancia «que vale la pena fomentar», según su directora, conocida por títulos como ‘Rabbit School’ (2017) o ‘Cuervito Calcetín: la gran carrera’ (2015).
«Se puede combinar esto con aventura, placer y diversión», defiende Münchow-Pohl, quien asegura que este mensaje europeísta se materializa en ‘Los Súper Elfkins’ a través de la actitud y la vitalidad de los duendes.
Según el mito alemán, estos elfos vivían ocultos en el mercado o en la catedral de la ciudad alemana de Colonia y, en su mayoría, ayudaban a los humanos con sus tareas aprovechando la oscuridad de las noches.
La secuela ofrece un retrato actualizado de estos seres -cuya primera mención por escrito data de 1835- y de sus traviesos y marginados familiares, atendiendo a la diversidad que compone el mundo Elfkin.
«Ahora perfectamente podrían entrar en una tienda y robar algo, con un toque de ‘Misión imposible'», apunta Münchow-Pohl sobre el nuevo guión de Jan Strathmann y Claudio Winter.
Todos estos ingredientes hacen de esta segunda entrega una comedia llena de aventuras y lecciones que, por medio de persecuciones y planteamientos que abrazan la tolerancia, ofrece un resultado divertido y a la vez instructivo, todo ello en un refinado 3D.
Lo que empezó siendo una apuesta animada humilde en 2019 ha pasado a ser la prolongación de una inesperada saga y un recordatorio de que el cine familiar puede presentar tramas complejas que conectan la tradición mágica de un país con el presente.