Los Thunder de Shai, ¿el inicio de una dinastía de la NBA?

El base Shai Gilgeous-Alexander se insinúa como el líder de una dinastía en la NBA. EFE/EPA/MANUELA SOLDI

David Villafranca

Oklahoma City (EE.UU.), 22 jun (EFE).- Con el anillo ya en su poder tras doblegar a los Indiana Pacers, los Oklahoma City Thunder de Shai-Gilgeous Alexander aspiran ahora a dar forma a su dinastía en una NBA huérfana de equipos realmente dominantes en los últimos años.

Los Golden State Warriors de Stephen Curry son el último conjunto que conquistó dos títulos consecutivos (2017 y 2018) y la última dinastía como tal considerando sus tres anillos en cuatro años (2015-2018) o sus cuatro coronas en ocho cursos alcanzando la de 2022.

Pero desde 2018, todo han sido ganadores ‘solitarios’ en la NBA: los Toronto Raptors (2019), Los Angeles Lakers (2020), los Milwaukee Bucks (2021), los mencionados Warriors (2022), los Denver Nuggets (2023) y los Boston Celtics (2024).

Muchos de estos campeones tenían motivos para creer que podrían repetir y ninguno alcanzó el cielo de nuevo, pero estos Thunder cuentan con razones de peso para creer que pueden dominar con mano firme la liga.

De entrada, uno de los aspectos más llamativos de Oklahoma es la juventud y el desbordante talento de su plantilla empezando por Shai, que el próximo mes cumplirá 27 años ya con el MVP de la temporada regular y el MVP de las Finales en su vitrina.

Escoltando al fabuloso base canadiense, los Thunder cuentan con un vestuario repleto de recursos en el que también sobresalen los imprescindibles Jalen Williams y Chet Holmgren, que completan el ‘big three’ de Oklahoma con 24 y 23 años, respectivamente.

La robusta defensa de Lu Dort, la fortaleza interior de Isaiah Hartenstein, el poder revulsivo de Alex Caruso y las aportaciones de Aaron Wiggins, Cason Wallace o Isaiah Joe, entre muchos otros, fueron fundamentales para el combinado dirigido por Mark Daigneault.

El anillo culminó un ambicioso proceso de reconstrucción de Sam Presti, mánager general de la franquicia y que además de un equipo campeón atesora un botín descomunal de elecciones del draft para modelar y mejorar un presente y futuro brillantes.

Además, llevó la gloria deportiva a un estado como Oklahoma con una gran tradición de competición universitaria pero en el que los Thunder son el único equipo presente de las ligas más importantes del país (NFL, NBA, MLB, NHL y MLS).

De la decepción al éxito

Quizá esa juventud y falta de experiencia les pasó factura el año pasado, cuando tenían ya los pilares del bloque actual pero se toparon en semifinales del Oeste con los Dallas Mavericks de Luka Doncic.

Escarmentados y con la lección aprendida, Shai y compañía, con refuerzos clave como los de Caruso y Hartenstein, pisaron el acelerador desde el inicio de la campaña y no lo soltaron hasta tener el anillo en la mano.

Primeros del Oeste con un impresionante balance de 68-14 (el mejor de la liga), los Thunder se ampararon en su asfixiante y ya histórica defensa junto a un poderío aplastante en casa: 35-6 en temporada regular y 11-2 en el ‘playoff’. Además batieron el récord de diferencial de puntos en una temporada regular con +12.87 de promedio.

Pero el viaje al anillo no fue, en cualquier caso, un camino de rosas.

Los Denver Nuggets de Nikola Jokic les llevaron hasta el séptimo encuentro en las semifinales del Oeste y los asombrosos y memorables -pese a la derrota- Indiana Pacers les obligaron a soltar hasta la última gota de sudor en la serie por el anillo, incluso tras la desgraciada lesión de Tyrese Haliburton.

Finalmente sacaron adelante todas las eliminatorias para conquistar un anillo extraordinario en muchos sentidos. Por ejemplo, estos Thunder son junto a los legendarios Chicago Bulls de Michael Jordan de 1995-96 y 1996-97 el único equipo de la historia de la NBA en coronarse con 84 o más victorias contando fase regular y ‘playoff’.

Asimismo, este es el primer título para los Thunder desde que aterrizaron en 2008 en Oklahoma, aunque esta franquicia ya tenía el anillo de 1979 cuando estaba afincada en Seattle y competía bajo el nombre de los Supersonics.

Ahora los Thunder son el rival a batir en el Oeste y para destronarlos tendrán que darlo todo equipos como Los Angeles Lakers de Doncic y LeBron James; los Houston Rockets, que acaban de fichar a Kevin Durant; o los San Antonio Spurs de Victor Wembanyama, que se postulan como uno de los conjuntos más activos para el mercado de este verano.

Pero tras cumplir el sueño de traer el título a Oklahoma, los Thunder tienen la ilusión y razones de sobra para intentar instaurar una nueva dinastía en la NBA.

David Villafranca