‘Los tigres’, el thriller subacuático que generó ataques de ansiedad a Antonio de la Torre

Los actores, Antonio de la Torre (i), y Bárbara Lennie (d), posan durante la presentación de su película 'Los Tigres', del realizador Alberto Rodríguez, que compite en la Sección Oficial de la 73 edición del Festival de cine de San Sebastián. EFE/Juan Herrero

San Sebastián, 20 sep (EFE).- Antonio de la Torre y Bárbara Lennie son dos hermanos buzos en ‘Los tigres’, el angustioso thriller subacuático dirigido por Alberto Rodríguez que se ha presentado este sábado en San Sebastián tras un rodaje tan complejo que generó ataques de ansiedad a sus protagonistas, que estuvieron un año sin volver a hacer películas.

El realizador, Alberto Rodríguez (c), posa este sábado junto a los actores, Antonio de la Torre (i), y Bárbara Lennie (d), durante la presentación de su película 'Los Tigres', en la Sección Oficial de la 73 edición del Festival de cine de San Sebastián. EFE/Juan Herrero

Los tres han ofrecido una rueda de prensa en el Festival de Cine Internacional de Donostia tras la proyección de esta película, producida por Movistar Plus+, que compite por la Concha de Oro. Es la primera española a concurso de la sección oficial que se abrió este viernes 19 y que se extenderá hasta el próximo sábado 27, cuando se conocerá el palmarés.

En la trama, el Tigre es un buzo imbatible, al que su hermana asiste desde la barcaza en que trabajan. Pero Estrella es también su cable a tierra, ya que él es un verdadero desastre y se enfrenta a una difícil situación económica que cree poder resolver cuando encuentra un alijo de cocaína escondido en el casco de un petrolero.

Antonio de la Torre hace un complicado papel físico y mental para interpretar a un personaje que tiene su mismo nombre, ya que desde el principio pensaron en él al escribirla, ha confesado Alberto Rodríguez, con el que trabajó en películas como ‘La isla mínima’.

El actor ha explicado que para preparar los personajes fueron auxiliados por buzos profesionales. «Estamos hablando de un colectivo de unos mil en España y que son como obreros debajo del agua. Es una presión que es un disparate, peor que la mina. Intenté entender cómo vive esta gente, y vampirizar su realidad», ha enfatizado.

Pero además, ha contado anécdotas que reflejan la dureza de una trama que en buena parte se desarrolla bajo el mar. «Fue ponerme el casco y la botella para empezar a respirar por la boca e inmediatamente me dio un ataque de ansiedad. Esto el primer día estando en la superficie», dice el actor, que sin embargo acabó siendo capaz de ofrecer toda una variedad interpretativa bajo el agua.

Otro momento en que también tuvo que «pelear contra la angustia» fue una secuencia en que se queda dormido bajo el mar y empezó a entrarle agua en las gafas. «Ya tenía el ojo agobiado y digo, bueno, voy a salir porque no puedo más. Pero pensé, es que como salga, luego voy a volver que tener que bajar otra vez para hacerlo», ha recordado.

Por su parte, Lennie tiene menos secuencias sumergida, pero igualmente tuvo que prepararse como buzo. «Ahora nos reímos, pero realmente fue una película muy compleja, muy dura, muy ardua para todo el equipo. Yo he tardado un año en volver a rodar. Hubo algo de gran aventura entre lo físico y lo emocional», ha relatado la actriz, que aborda su primer papel protagonista desde que nació su hija.

El director Alberto Rodríguez ha explicado que descubrieron que «todas las reglas que se usan en un rodaje en superficie no nos servían para nada», y aprendieron que «la manera de hacerlo era planificarlo todo». «Antes de meternos en el agua todo el mundo tenía que tener clarísimo lo que íbamos buscando, incluso con planos dibujados, porque no hay tiempo para más», ha detallado.

Junto a esta capa más física de la película, se encuentra otra emocional que describe la relación entre los hermanos, condicionada por su padre buzo, que es lo que les ha generado el conflicto que padecen, ha explicado el coguionista, Rafael Cobos.

«La relación que mantienen es muy compleja porque tuvieron un trato distinto con él. Y forma parte de ese espacio mitológico donde fueron, de algún modo, felices y por una vez en su vida vivieron en equilibrio. Pero de algún modo es también la condena que sufren y padecen, la espina que les ha condicionado», ha añadido.