Los universitarios con sensibilidad al estrés tienen más pensamientos suicidas

Imagen de archivo de varios estudiantes al inicio de la Prueba de Acceso a la Universidad (PAU) en la Universidad Complutense de Madrid. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

Barcelona, 10 oct (EFE):- La sensibilidad al estrés hace que los pensamientos suicidas sean «más extremos y sostenidos» en la población universitaria, según revela un estudio coordinado por el Instituto de Investigación del Hospital del Mar y la Universitat Pompeu Fabra (UPF).

Uno de los mensajes que lanza este análisis, publicado en el Día mundial de la Salud Mental en la revista ‘Journal of Affective Disorders’, es que tener en cuenta la sensibilidad al estrés podría tener un impacto en la prevención del suicidio, la primera causa de muerte entre los jóvenes de entre 15 y 29 años en España.

El trabajo, realizado a través de encuestas a más de 700 estudiantes universitarios durante 14 días seguidos, ha permitido clasificar la ideación suicida en tres grados de severidad creciente y ha revelado que los estudiantes más sensibles al estrés tienen más pensamientos suicidas, han explicado los investigadores en un comunicado.

Así, el estudio define, por primera vez, tres grados de ideación suicida pasiva en función de su «frecuencia, intensidad y variabilidad creciente».

A pesar de que desde 2017 ya se especulaba en el mundo académico con que el estrés modulaba la variabilidad y persistencia de los pensamientos suicidas, han apuntado, es ahora cuando se ha podido definir de forma científica esta relación.

En concreto, el estudio ha relacionado directamente el mayor malestar y sentimientos adversos que sufren las personas al tener sensibilidad al estrés (como miedo, ansiedad, culpa u hostilidad) ante una situación estresante con que «los pensamientos suicidas sean más frecuentes, intensos y persistentes».

Pensamientos suicidas cada dos días

Los estudiantes con un «grado de ideación suicida pasiva mayor» que participaron en la encuesta «tuvieron pensamientos o deseos de morir sin un plan concreto al menos uno de cada dos días», revelan las conclusiones.

En los casos más acusados de elevada frecuencia e intensidad de pensamientos se dieron cuenta de que «las personas con más sensibilidad al estrés tienen una ideación más constante en días consecutivos», ha comentado la investigadora del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios Ana Portillo-Van Diest, que está realizando la tesis en la Pomepu Fabra.

«Hasta ahora, todas las personas con ideación suicida las poníamos dentro de un mismo cajón, de manera que costaba encontrar relaciones de causalidad con otros factores que alteran nuestra salud», ha añadido el coordinador del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del Instituto de Investigación del Hospital del Mar y catedrático de Salud Pública de la UPF, Jordi Alonso.

Asimismo, en esos estudiantes con un patrón de ideación suicida pasiva más intenso y frecuente, los pensamientos y conductas suicidas persisten más en el tiempo, «al menos durante un año», señalan.