Los vecinos de Alcaraz sufren su derrota en El Palmar pero le aplauden tras la derrota

Vecinos de El Palmar (Murcia) siguen con emoción a través de pantallas gigantes la final de Wimbledon en el Espacio Joven (Los Colorines) de la localidad, donde se han congregado para apoyar a su paisano Carlos Alcaraz que está disputando este domingo su tercera final en la pista central de torneo británico. EFE/Juan Carlos Caval

Murcia, 13 jul (EFE).- Los vecinos de Carlos Alcaraz sufrieron su derrota en Wimbledon, en cuya final cayó frente al italiano Jannik Sinner, y tanto quienes se dieron cita en el Espacio Joven Los Colorines como los que acudieron a la Real Sociedad Club de Campo de El Palmar para seguir el encuentro a través de pantallas gigantes, abandonaron ambos locales resignados aunque orgullosos del murciano, a quien aplaudieron desde la distancia incluso después de haber perdido.

Vecinos de El Palmar (Murcia) siguen con emoción a través de pantallas gigantes la final de Wimbledon en el Espacio Joven (Los Colorines) de la localidad, donde se han congregado para apoyar a su paisano Carlos Alcaraz que está disputando este domingo su tercera final en la pista central de torneo británico. EFE/Juan Carlos Caval

Se ha convertido en costumbre ver a Alcaraz en las grandes finales con concentraciones de aficionados en torno al televisor y hasta ahora esas quedadas se habían saldado con victorias del joven tenista, de 22 años y que ocupa el segundo puesto del ranking ATP.

El jugador palmareño buscaba su vigésimo segundo título como profesional y el sexto entorchado de Grand Slam pero al título del Abierto de Estados Unidos 2022, los de Roland Garros 2024 y 2025 y los conseguidos precisamente en Wimbledon tanto en 2023 y 2024 no se sumó un nuevo éxito.

Desde primera hora de la tarde, tanto en Los Colorines, por iniciativa muncicipal, como en el Tiro de Pichón, como se conoce popularmente al club en el que Carlitos dio sus primeros raquetazos y en el que su padre gestiona su escuela de tenis desde hace más de tres décadas, se dio cita un público ansioso por volver a celebrar un gran logro de Alcaraz.

El partido comenzó bien y la consecución del primer set hizo que se desatara la ilusión pero a partir de ahí el gran juego exhibido por Sinner, número uno del mundo, puso freno a esa sensación de euforia controlada que no se llegó a desbordar.

Quienes se juntaron para respaldar desde la distancia a Alcaraz, aunque lamentaron el resultado, no escondieron su sentimiento de satisfacción por ver al palmareño pelear por un triunfo que en esta ocasión le fue esquivo.