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Los vertederos del final de la Edad de Bronce revelan las celebraciones de la época

Restos de cerámica y huesos procedentes de East Chisenbury. Crédito: Cardiff University/SOLO USO EDITORIAL.

Redacción Ciencia, 10 sep (EFE).- La Edad de Bronce tardía fue, al menos en el Reino Unido, escenario de celebraciones donde se consumían animales que llegaban al lugar desde sitios lejanos, indica un estudio que analizó varios vertederos prehistóricos.

El vertedero prehistórico en el yacimiento arqueológico de East Chisenbury en proceso de excavación. Crédito: Cardiff University/SOLO USO EDITORIAL

La investigación que publica iScience analizó los huesos de animales encontrados en antiguos vertederos, algunos de los cuales que se convirtieron en parte del paisaje, y revelan las distancias que recorrían las personas con sus animales para asistir a esos banquetes.

Un grupo de investigadores encabezados por la Universidad de Cardiff (Reino Unido) utilizó análisis isotópicos de vanguardia con material encontrado en seis de estos vertederos prehistóricos de Wiltshire y el valle del Támesis.

El profesor Richard Madgwick, uno de los firmantes del artículo, indicó que, «en una época de inestabilidad climática y económica, los habitantes del sur de Gran Bretaña recurrieron a los banquetes», unos eventos «muy importantes para crear y fortalecer relaciones tanto dentro de las comunidades como entre ellas, hoy y en el pasado».

La cantidad de restos acumulados y su amplia área de influencia «son sorprendentes y apuntan a un consumo comunitario y una movilización social a una escala que podría decirse que no tiene parangón en la prehistoria británica», agregó en un comunicado de la universidad.

Los resultados, que revelan dónde se criaban los animales que se consumían en esas celebraciones, arrojan luz sobre de esos festines, «posiblemente los más grandes que se celebraron en Gran Bretaña hasta la época medieval», señala la nota.

El mayor vertedero, Potterne, en el condado de Wiltshire (sur de Inglaterra), cubría una superficie aproximada de cinco campos de fútbol y está repleto de restos, entre los que se incluyen hasta 15 millones de fragmentos óseos.

Allí, la carne de cerdo era la más consumida, y los animales procedían de una amplia zona, incluso del norte de Inglaterra.

La variedad de los resultados de este yacimiento indica que «los animales procedían de múltiples regiones, lo que sugiere que era un lugar de encuentro para productores locales y de otras zonas».

Del mismo modo, Runnymede, en el condado de Surrey, cerca de Londres, era un importante centro regional donde el ganado vacuno procedía de lejos.

Sin embargo, en East Chisenbury, un montículo monumental a 16 kilómetros de Stonehenge (sur), que se estima que contiene los restos de cientos de miles de animales, estaba dominado «de forma abrumadora por las ovejas», indica el estudio.

En ese caso y a diferencia de los otros yacimientos estudiados, la nueva investigación muestra que la mayoría de estos animales procedía del paisaje circundante.

La investigadora Carmen Esposito, de la Universidad de Cardiff cuando se realizó el estudio y otra de las firmantes, destacó que «cada basurero tenía una composición distinta de restos animales, algunos llenos de ovejas criadas localmente y otros con cerdos o ganado procedente de lugares lejanos».

Esas características demuestran que cada basurero era un elemento «fundamental en el paisaje, clave para sostener economías regionales específicas, expresar identidades y mantener las relaciones entre comunidades durante este período turbulento, en el que el valor del bronce cayó y la gente se dedicó a la agricultura».