Luis Arce descarta «efecto Milei» en Bolivia y afirma que el pueblo rechazó a la derecha

El presidente de Bolivia, Luis Arce, habla durante una rueda de prensa este jueves, en La Casa Grande del Pueblo en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

La Paz, 21 ago (EFE).- El presidente de Bolivia, Luis Arce, sostuvo este jueves que en Bolivia «no hay el efecto Milei» que, a su juicio, se quería generar en América Latina y consideró que en las elecciones generales del domingo, el «pueblo» le dijo «no a la derecha».

El presidente de Bolivia, Luis Arce, habla durante una rueda de prensa este jueves, en La Casa Grande del Pueblo en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

«Para nosotros, la lectura es muy clara. El pueblo boliviano le dijo no a la derecha, no hay el efecto (del presidente argentino, Javier) Milei que estaba queriéndose generarse en América Latina», afirmó Arce en una rueda de prensa en La Paz.

El presidente de Bolivia, Luis Arce, habla durante una rueda de prensa este jueves, en La Casa Grande del Pueblo en La Paz (Bolivia). EFE/ Luis Gandarillas

Según el gobernante, el «pueblo» boliviano «ha sido como siempre muy sabio» y «no ha optado por una opción de derecha», sino por una de «centroderecha».

El reporte oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) con el 98,99 % de las actas computadas ratifica que habrá una inédita segunda vuelta entre el centrista Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), y el expresidente conservador Jorge Tuto Quiroga (2001-2002), de la alianza Libre.

Arce sostuvo que en los Gobiernos del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) se hizo «bastante por el pueblo boliviano» en cuanto a obras y políticas sociales, por lo que el mensaje expresado en las urnas el domingo es que ese pueblo «no está dispuesto a renunciar a eso, por eso es que el voto no ha ido hacia la ultraderecha».

Además, consideró que los sectores populares también dejaron un «mensaje» al MAS y a los demás partidos «de corriente popular» que, según dijo, el Gobierno y el oficialismo comprendieron «perfectamente» y están debatiendo las «acciones y tareas» que deberán encarar para volver a conquistar el voto popular.

Para Arce, «los derrotados» en las elecciones son los sectores de «derecha» porque ni la «derecha», ni la «ultraderecha» ganaron los comicios y, a su juicio, no recibieron el voto de la población.

«El pueblo boliviano no quiere un Gobierno de derecha, por eso es que optó por una alternativa que no era el MAS de izquierda, pero tampoco era la derecha», insistió.

El presidente también sostuvo que «está claro que el MAS está vivo y que la izquierda está viva», pues en el próximo Legislativo habrá «representantes del ala popular».

A su juicio, la «lectura» que hizo el pueblo es que «quizás» las autoridades han «descuidado» algunos temas económicos «que le tocaron el bolsillo a la gente por muchas razones», en especial por el «estrangulamiento económico» por la falta de aprobación de financiación externa en la Asamblea Legislativa.

Más de 7,9 millones de ciudadanos en territorio boliviano y en 22 países estaban llamados a votar el domingo para elegir al presidente, vicepresidente y legisladores nacionales para el periodo 2025-2030.

Las elecciones se desarrollaron en un contexto de crisis económica reflejada en la falta de dólares y combustibles y una alta inflación.

El actual senador opositor Paz Pereira quedó primero en la votación, aunque sin el porcentaje suficiente para ganar en primera vuelta, por lo que se enfrentará al también opositor Quiroga en un balotaje el próximo 19 de octubre.

El MAS concurrió por primera vez dividido a unas elecciones, con la candidatura del exministro Eduardo del Castillo por el partido oficialista y la del presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, por la alianza Popular, a lo que se sumó la campaña por el voto nulo impulsada por el expresidente Evo Morales (2006-2019).

Morales no participó en estos comicios por una disposición constitucional que le impide volver a postularse porque ya gobernó el país en tres periodos y tampoco tiene partido político.