Luis Zahera: La gente está encogida ante el horror de Palestina y necesita comedia

Vitoria.- Imagen de archivo del actor Luis Zahera en Vitoria en 2024. EFE / L. Rico

Naiare Rodríguez Pérez

Zaragoza, 30 ago (EFE).- El actor Luis Zahera reivindica que «la gente está más encogida que nunca y necesita comedia para huir de la realidad». «Pones las noticias y es un horror todo lo que pasa en Palestina o Ucrania», lamenta.

El intérprete gallego (Santiago de Compostela, 1966), reconocido en el XXII Festival de Cine de Comedia de Tarazona con el Premio Tarazona y El Moncayo, ha considerado, en una entrevista con EFE, que estos son unos tiempos «un poco particulares y extraños» en comparación con los años 80, «donde todo era explosión y adrenalina».

P: Recibe un premio muy especial. ¿Qué supone para Luis Zahera?

R: Los cariños siempre son muy agradecidos. Que te quieran siempre es bonito, así que vivirlo y disfrutarlo con los compañeros es genial. Al final que te hagan honores es lo que te imaginabas de joven. Cuando todo sucede, es muy bonito.

P: ¿Se podría decir que la comedia es el vehículo para reivindicar hoy en día?

R: Creo que la comedia es muy necesaria, muy terapéutica. Con la experiencia de los monólogos, veo a la gente muy encogida, muy triste y muy ansiosa. Son unos tiempos un poco particulares y extraños en relación a los años 80, donde todo era explosión y adrenalina. Ahora se ve menos. Pones las noticias ahora y es un horror con Palestina, Ucrania… Es todo un infierno, este capitalismo que lo devora todo y la crispación política. Creo que la gente necesita comedia para huir de la realidad.

P: El público lo define como alguien auténtico, pero… ¿cómo se describiría?

R: Como dicen mis hermanas, yo me considero muy trabajador. Siempre me gustó esto, le dediqué mucho tiempo y tuve suerte. Esta profesión es el azar. A veces pienso que no depende de ti este trabajo, sino de que te escoja la gente. Son ellos los que te ponen en el sitio en el que estás. No hay nada que puedas hacer. Esa es mi parte pesimista. ¿Por qué un escultor pone su obra en una plaza y otro no? Hay una parte que no se sabe, que es el azar, que es la magia, el duende. Dicho esto, me defino como muy «trabajadoriño», como decían mis hermanas.

P: También se sube a las tablas con su espectáculo ‘Chungo’. ¿Cómo lo complementa con ponerse delante de las cámaras?

R: Yo lo que más hice en mi vida fue televisión. Sin embargo, creo que lo que más me gusta es el teatro. Empecé en el Teatro de Aficionado Ditea, en Santiago de Compostela, y creo que no hay nada como el teatro. Para los actores es nuestro elemento. Dentro de la mentira y de la falsificación, es lo más puro y lo más vivo que nos queda. Y siempre que pueda, volveré a él. Este trabajo es ser un niño que juega y en el teatro no hay cortes, lo haces de principio a fin y tiene ese algo maravilloso.

P: Y permite que surjan cosas que no estaban previstas…

R: Efectivamente. Te salen cosas nuevas, no hay dos bolos iguales. También son diferentes las reacciones del público y cada teatro tiene su magia. Es todo distinto y parecidísimo al mismo tiempo, es toda una experiencia. Durante una hora y media te metes en un viaje absoluto en el que vas acompañado del público y tú haces la labor de entretener. Tienes que estar ahí para que desconecten. Pero es efímero, como los fuegos artificiales, y es muy gozoso.

P: Se ha anunciado que en octubre se podrá ver ‘Animal’ en Netflix. ¿Qué faceta suya vamos a ver en esta serie?

R: En la serie soy un veterinario tipo Doctor House. Es un tipo gruñón, que está de vuelta y un poco descolocado en el mundo. Yo la definiría como una «grimedia» porque da un poco de grima, pero tiene drama y comedia. A ver cómo funciona. La coprotagonizo con Lucía Caraballo y, nada, muy feliz y con ganas de ver cómo la recibe el público. EFE

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