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Lula articula una respuesta común de los BRICS a la guerra comercial desatada por EE.UU.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. EFE/ Andre Borges

Río de Janeiro, 14 ago (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está articulando una respuesta común de los BRICS a la guerra comercial desatada por Estados Unidos que, pese a que hasta ahora ha generado tímidas respuestas, puede a largo plazo aumentar los intercambios entre las economías emergentes.

El líder progresista planteó su propuesta en las conversaciones telefónicas que tuvo en la última semana con el primer ministro de India, Narendra Modi, y con los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y de China, Xi Jinping, y dijo que planea hacer lo mismo con los jefes de Estado de Sudáfrica e Indonesia, así como con los demás miembros del BRICS, el foro que reúne a importantes economías emergentes.

«Vamos a organizar una teleconferencia para que podamos discutir, dentro de los BRICS, lo que podemos hacer para mejorar la situación de todos los países que fueron afectados por la decisión de Estados Unidos de elevar los aranceles de todos sus socios», afirmó.

Según el exdirigente sindical, mediante el diálogo y la firma de acuerdos preferenciales, los BRICS, el foro que representa el 39 % del PIB mundial y el 49 % de la población del planeta, pueden restablecer el multilateralismo en el comercio internacional.

«Es la forma que tenemos de buscar alternativas para que Estados Unidos aprenda que democracia, respeto comercial y multilateralismo vale para nosotros y tiene que valer para ellos», afirmó.

Hasta ahora Lula ha recibido en respuesta mensajes de apoyo ante la decisión de Estados Unidos de imponer un arancel adicional del 50 % sobre la importación de productos brasileños (el mayor ya anunciado por EE.UU.) y promesas de defensa del multilateralismo, pero nada más concreto.

También ha conseguido el compromiso de sus pares de «seguir identificando nuevas oportunidades de negocios» entre las economías de los países emergentes.

Esa articulación es la que puede modificar los flujos de comercio mundial a largo plazo y abrir mercados y alternativas para las exportaciones de los países del BRICS, según coinciden los analistas.

«Es algo que no ocurre del día a la noche. Serán necesarias muchas negociaciones y acuerdos diplomáticos, pero es posible, en meses o años, abrir caminos para los productos que dejarán de ser enviados a Estados Unidos porque la elevación de los aranceles hará su exportación inviable», dijo a EFE el analista político Paulo Ramírez, profesor e investigador del centro universitario ESPM.

De acuerdo con el especialista, aún es prematuro decir cómo cada uno de los BRICS será afectado por la elevación de los aranceles, aunque todos lo fueron, pero sí se puede esperar a mediano o largo plazo una reorganización de las exportaciones de las economías emergentes para buscar alternativas a Estados Unidos.

Lula dijo que el principal temor generado por los BRICS es el crecimiento del comercio entre ellos y recordó que China es hace muchos años el principal socio comercial de Brasil y destino de cerca del 30 % de las exportaciones brasileñas, un porcentaje muy superior al 12 % enviado a EE.UU.

De acuerdo con las patronales brasileñas, las negociaciones comerciales pueden permitir que países como China, Vietnam e Indonesia absorban la carne que Brasil dejará de enviar a Estados Unidos y que China e India pasen a comprar café brasileño.

«En lugar de ponernos a llorar por lo que perdimos, tenemos que que buscar ganar en otro lugar. El mundo es grande y está ávido para hacer negocios con Brasil», dijo el mandatario brasileño.

Igualmente esta semana Lula volvió a defender la idea de que, para facilitar y estimular el comercio, los BRICS adopten una moneda común como alternativa al dólar, una propuesta que ya llevó a Trump a amenazar con elevarle aún más los aranceles a los países del foro.

«No podemos depender del dólar, que es una moneda de un único país que fue asumida como moneda del mundo. El dólar es una moneda importante, pero podemos discutir en los BRICS la necesidad de una moneda para comerciar entre nosotros», dijo.

El líder progresista agregó que es necesario probar una alternativa al dólar para determinar si funciona o no, y dijo que solo «si lo intentamos y fracasamos, admitiré que estaba equivocado».

Carlos A. Moreno