Brasilia, 24 jul (EFE).- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este jueves frente a la amenaza arancelaria de Estados Unidos que el mandatario de ese país, Donald Trump, «debe saber que nadie pone las manos en Brasil».
Lula se refirió a los aranceles del 50 % que Trump pretende imponerle a Brasil, si no cesan la supuesta «caza de brujas» y el juicio por golpismo contra el expresidente Jair Bolsonaro, e insistió en que el líder republicano fue elegido «para gobernar en Estados Unidos» y no para ser «emperador del mundo».
Reiteró que Brasil «está dispuesto a negociar» con EE.UU., pero reclamó que la Casa Blanca ha ignorado sendas cartas que su Gobierno ha enviado planteando una discusión sobre las relaciones comerciales, en las que la potencia del norte tiene superávit.
«La único que le pido al Gobierno estadounidense es que respete al pueblo brasileño así como respetamos al pueblo estadounidense», enfatizó Lula, quien afirmó que Brasil «defiende su soberanía» y no acepta que «nadie le diga lo que tiene que hacer».
También calificó de «vergüenza» que un hijo de Bolsonaro se haya instalado en Estados Unidos para «pedirle» al Gobierno de ese país que sancione a Brasil.
«El tipo intentó dar un golpe», después «huyó como una rata» y ahora «manda a su hijo a Washington» a pedirle a Trump «que intervenga en Brasil», declaró en un acto celebrado en la ciudad de Minas Novas, en el estado de Minas Gerais.
Lula citó el juicio por golpismo que enfrenta el líder de la ultraderecha en la Corte Suprema y aludió a una causa asociada a ese proceso, en la que se investigan las gestiones del diputado Eduardo Bolsonaro ante el Gobierno de EE.UU. en busca de sanciones para los magistrados de ese tribunal y para el propio país.
«Un diputado brasileño abandona su mandato y se va a Estados Unidos a pedirle al presidente de ese país ‘salve a mi padre, salve a mi padre'», dijo Lula en torno burlón, para luego calificar a Eduardo Bolsonaro de «irresponsable» y «cobarde».
Reiteró también que cuando Trump «amenaza a Brasil» con aranceles del 50 % a partir del 1 de agosto solo pone como «exigencia» que cese la supuesta «caza de brujas» contra Bolsonaro y subrayó que eso solo «depende» del Poder Judicial.
«La Justicia en Brasil es independiente» y, si Bolsonaro fuera declarado culpable, «va a ir a la cárcel», afirmó.