Lula y Boric apuestan por la integración contra la “politización arbitraria del comercio”

El presidente de Chile, Gabriel Boric (i), al saludar su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la firma de acuerdos y una declaración conjunta a la prensa, este martes, 22 de abril, en el Palácio del Planalto de Brasilia (Brasil). EFE/Andre Borges

Brasilia, 22 abr (EFE).- El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, recibió este martes a su homólogo chileno, Gabriel Boric, con quien afirmó que la integración es la mejor respuesta a las guerras arancelarias y a la “politización arbitraria” del comercio.

Como prueba de una integración “real” y “sin retóricas”, ambos mandatarios citaron el proyecto conocido como ‘Corredor Bioceánico’, planeado desde hace más de una década pero que no acaba de salir del papel, aunque ahora tanto Lula como Boric están decididos a concretarlo.

Se trata de una red de carreteras para unir, a través de 2.400 kilómetros, el sur de Brasil, el Chaco paraguayo y las provincias argentinas de Salta y Jujuy con los puertos chilenos de Antofagasta, Mejillones e Iquique.

Este corredor sería además una conexión entre los océanos Atlántico y Pacífico, con un especial valor para el comercio que ha despertado el interés de China, que en medio de su furibunda guerra arancelaria con la Administración de Donald Trump podría sumarse a la financiación del proyecto, que ya cuenta con el apoyo de organismos regionales.

Boric no citó al gigante asiático, pero sí lo hizo Lula durante la comparecencia de ambos ante los periodistas.

“Usted no quiere una guerra fría y yo no quiero una guerra fría. No quiero tener que optar entre Estados Unidos o China” y “quiero venderle a los dos”, dijo Lula, quien además le aconsejó a Boric “acercarse” a Pekín y hasta lo invitó a una próxima cumbre del foro BRICS, fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Integración frente al proteccionismo y como camino al desarrollo

El presidente de Chile, Gabriel Boric (i), y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la firma de acuerdos y una declaración conjunta a la prensa, este martes, 22 de abril, en el Palácio del Planalto de Brasilia (Brasil). EFE/Andre Borges

Lula también rechazó todo tipo de proteccionismo y abogó por promover el libre comercio y la integración de Suramérica como vía para fomentar el desarrollo de la región.

Boric asintió y dijo, en otra alusión al desorden económico global causado por las políticas arancelarias de Trump, que en momentos “inciertos” como los actuales “nadie se salva solo”.

El presidente chileno garantizó que, junto con Lula, trabajará por la “defensa de principios como la democracia, por los valores del multilateralismo y por la importancia de la libertad de comercio”.

El mandatario austral, recibido por Lula en el marco de una visita de Estado que concluirá el jueves, valoró en particular la sociedad que, más allá de las coincidencias políticas que existen entre ellos, mantienen “históricamente” Brasil y Chile.

La sociedad estratégica en mención, regida además por un acuerdo de libre comercio binacional que entró en vigor en enero de 2022, ha generado un creciente intercambio que en 2024 superó los 12.000 millones de dólares.

“Es más de lo que Brasil negoció (el año pasado) con Francia, España o Inglaterra”, celebró Boric.

Fortalecer la alianza progresista frente a los extremismos

El presidente de Chile, Gabriel Boric (i), y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la firma de acuerdos y una declaración conjunta a la prensa, este martes, 22 de abril, en el Palácio del Planalto de Brasilia (Brasil). EFE/Andre Borges

Lula y Boric también coincidieron en la necesidad de que los líderes progresistas fortalezcan sus acciones contra el avance de una extrema derecha que consideran una “amenaza” a los regímenes democráticos.

El presidente brasileño ya convocó al progresismo global para una reunión en el marco de la pasada Asamblea General de la ONU y Boric tomó el testigo y promovió otra, vía teleconferencia, en febrero pasado.

Este martes, junto a Lula, el mandatario chileno dijo que analiza con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, la posibilidad de proponer otro encuentro progresista para los próximos meses, en Santiago de Chile.

El asunto tiene especial relevancia en Brasil y en Chile, países en los que la ultraderecha ha avanzado con fuerza en los últimos años.

Chile, que no permite la reelección inmediata, irá a las urnas en noviembre próximo, en tanto que Brasil hará lo propio en octubre de 2026.

Boric no podrá ser candidato en noviembre, a diferencia de Lula, que sí puede aspirar a ser reelegido en 2026, pero ambos enfrentan bajos niveles de aprobación, que han favorecido el crecimiento de los partidos de derecha.