Lyles, McLaughlin y Melissa Jefferson lideran el dominio de Estados Unidos en los relevos

La atleta estadounidense Sydney McLaughlin-Levrone entra en meta tras la prueba de los 4x400m de los Mundiales de atletismo de Tokio, Japón. EFE/EPA/FRANCK ROBICHON

Tokio, 21 sep (EFE).- Los relevos estadounidenses del 4×100 masculino y femenino y del 4×400 femenino, liderados por Noah Lyles, Melissa Jefferson-Wooden y Sydney McLaughlin fueron los grandes protagonistas de la última jornada de los Mundiales de atletismo de Tokio, en los que el sueco Daniel Stahl también salió por la puerta grande con una sufrida victoria en su última intento para sumar su tercer título mundial en lanzamiento de disco.

El potente equipo estadounidense del 4×100 femenino formado por Twanisha Terry, Sha’Carri Richardson, Melissa Jefferson-Wooden y Kayla White, se llevó el oro en los 4×100 por solo cuatro centésimas (41.75) de ventaja sobre Jamaica (41.79), que contó con Tina Clayton, Tia Clayton, Jonielle Smith y la veterana Shelly Ann Fraser Pryce, que en su despedida sumó su decimoséptima medalla mundial (diez oros, seis platas y siete bronces).

«Llovía muchísimo pero llovía para todos. Mi principal objetivo era simplemente mantenerme en la cancha, ser disciplinada al correr y hacer el intercambio. Es una locura volver a casa con tres medallas de oro. Una vez más, he inscrito mi nombre en la historia. Estoy justo donde quiero estar», dijo Melissa Jefferson-Wooden, doble medallista de oro mundial de 100 y 200.

España, con Esperança Cladera, Jäel Bestué, Paula Sevilla y Maribel Pérez, el mismo cuarteto con el que fue subcampeón en los Mundiales de relevos en mayo, finalizó quinto con 42.47.

La otra final del 4×100, el relevo masculino, se la llevó de forma autoritaria Estados Unidos bajo el liderazgo de Noah Lyles, que fue el encargado de llevar el testigo a la meta y firmar un crono de 37.29 junto a Kenneth Bednarek, Courtney Lindsey y Chris Coleman.

«Todos sabemos que somos los más rápidos. Solo teníamos que conseguir el relevo de principio a fin. Cuando Chris pasó el relevo, supe que era un hecho. Vi la ventaja que teníamos y fue una especie de alivio, ya que todos hicieron un gran trabajo. Solo tenía que terminar la carrera. Me lo pusieron fácil. No podría haber pedido un mejor relevo», dijo Lyles.

Canadá, con el incombustible Andre De Grasse, fue segundo (37.55) y Países Bajos (37.81), tercero con récord nacional.

REDENCIÓN DE TEBOGO

Letsile Tebogo, campeón olímpico en París 2024 de los 200 metros, se redimió con el relevo del 4×400 tras los dos reveses sufridos esta semana con la descalificación en la final de los 100 y el cuarto puesto en los 200.

El equipo botsuano, con Lee Bhekempilo Eppie, Bayapo Ndori, Busang Kebinatshipi y el propio Tebogo, se impuso en un final de vértigo con un crono de 2:57.76, bajo una intensa lluvia, al relevo estadounidense que formaron Vernon Norwood, Jacory Patterson, Khaleb McRae y Rai Benjamin y que fue segundo con 2:57.83. Tercero quedó Sudáfrica (2:57.83).

Otro relevo de altos vuelo fue el femenino del 4×400, en el que Estados Unidos, liderado por Sydney McLaughlin-Levrone junto a Bella Whittaker, Lynna Irby-Jackson y Aaliyah Butler, dominó la final con un crono de 3:16.61, récord del campeonato y el sexto resultado más rápido de todos los tiempos bajo una lluvia torrencial.

«Cuando tienes grandes compañeras de equipo como yo, es increíble. Mi última vuelta fue como una vuelta de la victoria para nosotras. Solo quería terminar fuerte porque nunca se sabe quién está detrás, persiguiéndote. Fue una carrera increíble», apuntó McLaughlin.

La plata fue para Jamaica y el bronce para Países Bajos, de Femke Bol, vigente campeona mundial de 400 vallas y que no pudo en su último relevo adelantar a la estadounidense y subir a lo más alto del podio con el relevo neerlandés, como hace dos años en los Mundiales de Budapest.

5.000 METROS VIBRANTES

Una de las pruebas que más hizo vibrar a los asistentes al Estadio Olímpico de Tokio fue la final de 5.000 metros masculinos, en la que el estadounidense Cole Hocker, con una tremenda remontada de doce puestos en la última vuelta, logró la victoria en los 5.000 metros con un tiempo de 12:58.30 ante la impotencia del noruego Jakob Ingebrigtsen, que, tras superar una larga lesión, no ha podido rendir al nivel esperado y se marcha de Tokio sin medallas, pese a ser la gran referencia del mediofondo internacional en los últimos años.

Con esta victoria, Hocker se convirtió en el segundo estadounidense en ganar un título mundial en los 5.000 metros después de Bernard Lagat en 2007 y, también, salvó a su país de irse sin ganar una medalla en carreras de larga distancia en estos Mundiales de Tokio.

La final femenina de los 800 metros fue para la keniana Lilian Odiara (1:54.62), que firmó el récord de los campeonatos y estuvo acompañada en el podio por las británicas Georgia Hunter Bell (1:54.90), plata, y Keely Hodgkinson (1:54.91), bronce.

DECATLÓN, ALTURA Y DISCO

Nicola Olyslagers, medallista de bronce en Budapest 2023, se impuso a la polaca Maria Zodzik, que también superó los 2,00 metros, mejor marca personal, pero con más intentos que la australiana, que se llevó el oro. Tercera fue la ucraniana Yaroslava Mahuchikh.

En la jornada final también se resolvió el decatlón masculino con la victoria del alemán Leo Neugebauer (8.804), la plata del puertorriqueño Ayden Owens-Delerme (8.784), con récord nacional, y el bronce del estadounidense Kyle Garland (8.703).

La última prueba de los campeonatos, que tuvo que ser retrasada por la lluvia hasta pasadas las diez de la noche, fue el lanzamiento de disco masculino que se adjudicó el sueco Daniel Stahl, que esperó hasta su último intento para hacerse con el oro con 70,47 metros y revalidar el título de hace dos años en Budapest y sumar su tercer campeonato mundial.

El plusmarquista mundial, el lituano Mykolas Alekna, que llegó hasta el final liderando el concurso, quedó segundo con 67.84. Tercero fue el samoano Alex Rose con 66,96.