Warren (EE.UU.), 29 abr (EFE).- Miles de seguidores del presidente estadounidense, Donald Trump, aguardaban expectantes este martes al arranque del mitín para celebrar los 100 primeros días de su retorno al poder, un evento celebrado en el condado de Macomb, al norte de Detroit, capital del motor y escenario ideal para que el neoyorquino anuncie un alivio de los aranceles a los fabricantes del motor.
Trump eligió el escenario levantado en Macomb, área en la que el motor da de comer a miles de familias y en la que tienen presencia las tres grandes estadounidenses (GM, Ford y Stellantis), para oficializar el alivio arancelario al importante sector del motor.
Trump, obsesionado con las escenografía y el espectáculo, invitó a sentarse a sus espaldas a un centenar de trabajadores de la industria del automotor.
Entre ellos está Brian Pannebecker, fundador de un colectivo de empleados del gremio que apoyó en campaña al presidente, y al que ya se le permitió dar voz al sector manufacturero estadounidense en la rosaleda de la Casa Blanca el pasado 2 de abril, el llamado “día de la liberación” en el que Trump decidió desatar una guerra comercial abierta con el resto del mundo.
Antes de eso, el presidente ya había anunciado un gravamen del 25 % para todos los automóviles que entren en el país, medida que apoyó abiertamente Shawn Fain, presidente del principal sindicato del gremio, el UAW, tras haber respaldado sin cortapisas a Kamala Harris en las presidenciales de noviembre.
La política arancelaria se está digiriendo con una cierta dosis de esperanza en Macomb y todo Míchigan, corazón de la industria del motor de EE.UU., con la esperanza de que traiga la relocalización prometida por Trump en una región golpeada desde los setenta por la desindustrialización y en la que el magnate inmobiliario logró imponerse en sus dos victorias electorales, rompiendo el llamado “muro azul” con su victoria en un estado que no votaba republicano desde 1988.
Macomb es si cabe un escenario todavía más representativo para Trump, ya que en las tres presidenciales en las que ha concurrido el neoyorquino les ha sacado siempre más de 10 puntos a los candidatos demócratas.
René y Mary aún no han leído nada sobre la orden ejecutiva que Trump presentará durante el mitin, pero están seguras de que será “algo bueno para Macomb”, cuentan en declaraciones a EFE.
Ambas trabajan en la industria del motor y viven en el condado, pero aún así han venido con varias horas de antelación por consejo de Mary, que ha estado previamente en tres mitines de Trump antes.
Mary afirma que la política de los aranceles tardará “un rato” en lograr sus objetivos y “dolerá un poco” por las pérdidas potenciales que pueda suponer para su gremio, pero está segura de que funcionará.
“No estamos preocupadas porque somos conscientes de que él ha dicho que va a traer las manufacturas de vuelta a nuestro país. Tardará un poco. Pero todo lo que está haciendo es así, a largo plazo y con vistas al futuro”, explica.
“Si la gente es paciente, vamos a ver tremendos avances”, opina por su parte René, que asegura que el presidente “es listo, sabe lo que el país necesita y está trabajando en ello” y que “la intención de Trump es esa; es hacer grande EE.UU. de nuevo”.
Ambas se despiden asegurando que apoyaría un tercer mandato de Trump, pero creen que, más que por impedimento constitucional, no se presentara por su edad.
“Pero hay gente estupenda en su círculo como (el vicepresidente) JD Vance o alguno de sus hijos”, apunta Mary.
Andrés Sánchez Braun