Macron y Lula, una empatía personal empañada por desacuerdos sobre UE-Mercosur y Ucrania

PARIS, 05/06/2025.- El presidente francés, Emmanuel Macron (C) y el brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva (I), durante la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron ambos el Palacio del Elíseo. EFE/EPA/CHRISTOPHE PETIT TESSON / POOL

París, 5 jun (EFE).- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, mostraron este jueves en París una empatía personal que no oculta los profundos desacuerdos en temas como el pacto comercial UE-Mercosur, la invasión rusa de Ucrania y, en menor medida, Gaza.

En la que es la primera visita de Estado a Francia de un mandatario de Brasil en 13 años, Lula no se privó de presionar a Macron, con su gracejo característico, sobre la ratificación del acuerdo comercial entre el bloque europeo y el sudamericano, un guante que el presidente francés no recogió y que creó una cierta tensión.

«Querido (Macron), abra su corazón para cerrar ese acuerdo», le dijo Lula a su colega francés al tiempo que aseguró que «no abandonará la presidencia (rotativa) del Mercosur» sin tener el acuerdo refrendado.

Macron, por su parte, se volvió a escudar en el descontento de los agricultores franceses para no dar vía libre a este pacto tal y como está, y consideró que necesita «mejorarse» con cláusulas recíprocas y de suspensión que eviten situaciones de competencia desleal.

«El acuerdo, tal y como está, no es bueno para el medio ambiente ni justo» con los agricultores franceses y del resto de Europa, recalcó el presidente francés.

Si en asuntos como el cambio climático hay una cierta convergencia -Lula asistirá este lunes a la Cumbre de los Océanos de Niza (sur de Francia) y Brasil acoge la COP 30 en Belém-, crisis internacionales como la invasión rusa de Ucrania evidenciaron las profundas divergencias políticas de ambos.

Con un gesto serio, Macron aclaró que «hay un agresor, que es Rusia, y un agredido, que es Ucrania», por lo que no se puede ser «equidistantes».

Aludiendo a una cierta ambigüedad brasileña sobre el asunto, el presidente francés conminó a salir de esa posición, más aún después de que el Kremlin «haya rechazado constantemente» en las últimas semanas un alto el fuego, al tiempo que reconoció el papel «muy importante» que puede desempeñar Brasil para lograr la paz.

Lula, por su parte, se defendió recordando que Brasil lleva a cabo iniciativas diplomáticas en favor de la paz con países como China y contó que instó al propio presidente ruso, Vladímir Putin, -con el que se entrevistó en Moscú hace un mes- a que participase en las rondas de negociación en Turquía, algo que finalmente no sucedió.

Respecto a la crisis humanitaria en la Franja de Gaza, Macron no se extendió demasiado a una pregunta sobre un posible embargo a Israel y se limitó a decir que los próximos días serán cruciales para que los líderes europeos lleguen a una postura común.

El presidente brasileño, sin embargo, se mostró incisivo ante el dirigente francés y opinó que lo que está haciendo Israel en la Franja de Gaza es «un genocidio premeditado».

Para Lula, el reconocimiento del Estado palestino «es un deber moral, humano y una exigencia política de todos los dirigentes del mundo». Brasil lo oficializó en 2010, mientras que Francia aún no lo ha hecho.

El mandatario brasileño cumple una intensa agenda oficial de cinco días, que comenzó hoy con la entrevista con Macron en el Elíseo y que prosigue con un homenaje en la Academia Francesa y una visita al Ayuntamiento de París, gobernado por la socialista Anne Hidalgo.

Tras reunirse con la comunidad brasileña en Francia, cerrará la jornada con una cena de gala ofrecida en el Elíseo por el propio Macron.