Kuala Lumpur, 4 sep (EFE).- El Gobierno de Malasia pidió este jueves a TikTok cumplir sus propias políticas y garantizar que ningún menor de 13 años acceda a la red social, cuando el país está sacudido por la sospechosa muerte de Zara Qairina, una niña que era víctima de acoso y que fue encontrada inconsciente cerca de su escuela.
El ministro malasio de Comunicaciones, Datuk Fahmi Fadzil, dijo en una rueda de prensa que se reunió en Kuala Lumpur con directivos de la plataforma -propiedad de la compañía china ByteDance-, a quienes pidió colaborar con la Policía y la Comisión de Comunicaciones y Multimedia en este asunto.
«Nosotros (el Ministerio de Comunicaciones) descubrimos que uno de los principales problemas en TikTok y otras plataformas de redes sociales es la presencia de menores de 13 años, lo cual no está permitido según las normas de su comunidad», sostuvo.
En este sentido, el Gobierno pidió a TikTok «establecer mecanismos efectivos» para que se cumpla el veto a los menores de 13 años, pues considera que hasta ahora la plataforma ha mostrado un «enfoque muy débil e ineficaz».
El ministro reiteró que el Ejecutivo no tiene ninguna intención de vetar la red social en el país y que hasta ahora no le ha pedido más que cumplir sus propias normas.
La reunión de este jueves fue convocada por el Gobierno debido a «las demoras» de la empresa en cooperar con las investigaciones policiales sobre la difusión de noticias falsas, entre ellas varias teorías sobre la muerte de Zara Quairina, que está ahora bajo investigación de un tribunal forense.
Este caso, registrado en julio en el estado malasio de Sabah, a unos 3.500 kilómetros de Kuala Lumpur, ha avivado un debate sobre el acoso escolar en el país musulmán, después de que el diario de la víctima y 195 testimonios reunidos por las autoridades confirmaran que sufría hostigamiento en su centro de estudio.
A mediados de agosto, decenas de personas protestaron en Kuala Lumpur para exigir justicia y fortalecer la protección de menores, después de que se conociera que Zara denunció en su escuela que era víctima de hostigamiento y que la institución presuntamente hiciera caso omiso de estas acusaciones.
En vista de todo el revuelo, el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, dijo a finales de agosto que presentará una propuesta para crear un tribunal especializado en situaciones de acoso con el fin de definir un marco legal de acción en estos casos, sin precisar cuándo estima materializar esta idea.