Bangkok, 14 jul (EFE).- El Gobierno de Malasia publicó este lunes una nueva regulación que exigirá permisos para la exportación desde su territorio de chips de inteligencia artificial (IA) procedentes de Estados Unidos, entre denuncias por parte de Washington de que el país asiático actúa de punto de transbordo para envíos a China.
La medida tiene «efecto inmediato» y exige a las empresas avisar a la autoridades con al menos 30 días de antelación cuando exporten, transborden o traigan en tránsito cualquier artículo que no esté expresamente incluido en la lista de artículos estratégicos de Malasia, indica en un comunicado el Ministerio malasio de Comercio.
«Malasia se mantiene firme contra cualquier intento de eludir los controles de exportación o participar en actividades comerciales ilícitas por parte de cualquier persona o empresa (…) No toleraremos el uso indebido de nuestra jurisdicción para actividades comerciales ilícitas», subraya el Ministerio.
Estados Unidos, que prohíbe desde octubre de 2022 la venta a China de sus chips de IA más avanzados, aumentó su presión contra Malasia y Tailandia al sospechar que desvían sus chips hasta el gigante asiático, informó en marzo el diario Wall Street Journal.
El Gobierno de Kuala Lumpur, que ya avanzó hace meses su plan de endurecer las exportaciones de chips a pesar de investigar y no encontrar pruebas de que los semiconductores fueran enviados a China, indicó hoy que la nueva norma tiene por objetivo «cerrar brechas regulatorias».
En los últimos años se han establecido en Malasia varios centros de datos claves para el desarrollo de la IA, que depende en gran parte de los chips fabricados por la multinacional estadounidense Nvidia.
La medida llega después de que Washington aumentara la semana pasada el arancel que planea aplicar a los productos importados desde Malasia al 25 % (frente al 24 % anunciado en abril) y la visita del secretario de Estado, Marco Rubio.
Rubio asistió el pasado jueves y viernes en Kuala Lumpur al foro de Exteriores del bloque del Sudeste Asiático, donde en los márgenes se reunió con el primer ministro malasio, Anwar Ibrahim.
Malasia trata de negociar con Estados Unidos una rebaja en el gravamen, que en mayor o menor medida también se aplicarán a todos los países del Sudeste Asiático, una importante región exportadora.
El Ministerio malasio de Comercio apuntó el pasado martes que está «firmemente convencido» de que podrá encontrar una «solución aceptable» con EE.UU. «que salvaguarde los intereses de los dos países».