Redacción deportes, 29 sep (EFE).- El español Marc Márquez (Ducati Desmosedici GP25) ha conseguido, seis años después, el objetivo que se había planteado tras la grave lesión que sufrió en la temporada 2020, en la primera de las citas de la temporada de la pandemia en el circuito ‘Angel Nieto’ de Jerez de la Frontera, que no era otro que volver a ser campeón del mundo.
Lo cierto es que ese objetivo era doble, pues el primer gran reto de Marc Márquez era saber si continuaba siendo competitivo y si disfrutaba encima de la moto, algo que ya el año pasado quedó claro.
Primero por el difícil paso previo que tuvo que dar al abandonar el equipo oficial de Honda, con el que logró ser campeón del mundo hasta en seis ocasiones, pero que dejó claro muy rápido con sus victorias y el rendimiento obtenido en la escudería privada italiana ‘Gresini Racing’, la misma en la que continúa su hermano Alex Márquez.
El siguiente paso era conseguir una moto oficial competitiva y la única vía era con Ducati, en el puesto del italiano Enea Bastianini, al que también aspiraba el campeón del mundo de MotoGP de 2024 y también español, Jorge Martín.
Marc Márquez fue el elegido y, a partir de ahí, llegaba el difícil momento de demostrar lo acertado de la decisión de Ducati, pero también del ocho veces campeón del mundo, que no tardó en demostrarlo con sus dos primeros ‘plenos’ en Tailandia y Argentina, a los que siguieron los de Catar y, de manera consecutiva, otros siete desde Aragón hasta Hungría.
Un nuevo récord que sumar a su amplia lista, pues con diez dobletes en la época de las carreras ‘sprint’ en MotoGP supera la anterior marca, establecida en 2024 por su compañero de equipo, el italiano Francesco ‘Pecco’ Bagnaia, con cinco.
Precisamente ‘Pecco’ Bagnaia debía haber sido el gran protagonista en Japón, por conseguir ‘remontar’ una situación que le había hecho entrar en un bucle negativo del que ha logrado salir con su primer doblete de la temporada, al ganar tanto la carrera ‘sprint’ como el Gran Premio de Japón en el circuito ‘Mobility Resort Motegi’.
Pero ese resurgir de Bagnaia ha quedado eclipsado por la segunda posición de un Marc Márquez que debía sacar en Japón tres puntos más que su hermano Alex en el cómputo global del fin de semana para ser matemáticamente campeón, y le sacó diecinueve.
Su hermano no estuvo demasiado afortunado ya desde los entrenamientos, en los que dejó muchas de sus aspiraciones al ser octavo en la segunda clasificación, después de verse obligado a pasar por la primera, tras una mala práctica oficial, con caída incluida, y todo ello mermó su rendimiento durante todo el fin de semana, aunque Alex Márquez dio todo lo sucedido por bueno, al poder afrontar lo que resta de la temporada, cinco grandes premios, sin ningún tipo de presión.
Otra nota negativa la volvió a protagonizar el campeón del mundo de MotoGP de 2024, el español Jorge Martín (Aprilia RS-GP), quien se cayó en la primera curva de la primera vuelta de la carrera ‘sprint’ con la mala suerte de fracturarse con desplazamiento la clavícula derecha.
Vuelo inmediato de regreso a Barcelona para poder ser intervenido quirúrgicamente, y nueva baja por lesión, que condena cualquiera de sus aspiraciones a continuar adaptándose a su nueva Aprilia RS-GP en lo que queda de temporada.
En lo que resta de temporada el principal interés se centrará en la pelea por el subcampeonato entre Alex Márquez y ‘Pecco’ Bagnaia, con ventaja inicial para el español, que acumula 66 puntos de ventaja sobre el italiano, aunque en Japón el doble campeón del mundo de MotoGP en 2022 y 2023 le restó veintisiete puntos.
También logró restar puntos, en este caso en Moto2, el brasileño Diogo Moreira (Kalex), al líder de la categoría, Manuel González (Kalex), con una diferencia que aún es holgada, de 34 puntos para el madrileño, en un fin de semana que volvió a ver brillar al ‘rookie’ Daniel Holgado, que sumó su segunda victoria y el cuarto podio en las cinco últimas carreras.
En cualquier caso, Manuel González cuenta con una ventaja suficiente como para saberla administrar hasta el final de la temporada, aunque lleva ocho grandes premios sin ‘pisar’ el peldaño más alto del podio, desde Italia.
González lo tiene claro y en una reciente entrevista con la Agencia EFE ya comentó que le ‘bastaba’ con ser campeón en Malasia, a dos grandes premios del final de la temporada, un objetivo perfectamente factible, pues sólo necesitaría salir del circuito de Sepang con cincuenta puntos de ventaja sobre su inmediato perseguidor, que es el brasileño Diogo Moreira.
El piloto de San Pablo es el único que se perfila como rival más peligroso, después del ‘pinchazo’ de Arón Canet en Japón, en donde acabó decimoquinto y, al sumar un solo punto, ahora se encuentra prácticamente a dos grandes premios de distancia del campeón del mundo (49 puntos).
Mucho mejor le fueron las cosas al líder de Moto3, el español José Antonio Rueda (KTM), quien consiguió aumentar en quince puntos su ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el también español Ángel Piqueras (KTM), quien se dejó llevar por la presión y cometió un error en forma de caída que le alejó del grupo de cabeza en el circuito ‘Mobility Resort Motegi’.
Rueda ahora cuenta con 93 puntos de ventaja sobre Piqueras, lo que le podría permitir disfrutar de su primera ‘bola de partido’ por el título en la siguiente cita de Indonesia, en donde necesita sumar siete puntos más que su rival para ser matemáticamente campeón del mundo.
Juan Antonio Lladós