Lisboa, 15 jun (EFE).- Cerca de dos centenares de personas lideradas por un «San Antonio Desalojado» se manifestaron este domingo en Lisboa para protestar contra la turistificación de la capital y exigir medidas contra la crisis de vivienda.

La marcha, organizada en el centro histórico por Assembleia da Graça – Parar o Hotel no Quartel y por el Movimento Referendo por la Vivienda, fue encabezada por una figura de San Antonio, el santo más popular de la ciudad y que cada año lleva a la celebración de varios encuentros populares en junio, para alegar que tampoco él es capaz de librarse de la especulación inmobiliaria y ser desalojado.
A los pies de la efigie, de unos 40 centímetros de altura y cargada como si fuera una procesión, los participantes escribieron mensajes como «el derecho a la vivienda queremos alcanzar, es un derecho constitucional que debemos aplicar».
Asimismo, cargaban con carteles en los que se leían mensajes como «se vende Lisboa», «por una ciudad sin gente» o «turismo en exceso, Lisboa en retroceso» y gritaban reclamos como «ser casero no es una profesión».
Durante el trayecto, que recorrió varias calles populares del centro, los manifestantes también enviaron un mensaje en inglés a los visitantes, a los que les dijeron «turistas, volved a casa».
Algunos de sus reclamos son que se incentive el uso de patrimonio construido ya existente para vivienda de largo plazo y que se revise la legislación de los apartamentos de uso de corto y largo plazo.
Entre los participantes estaba el catalán David Lloberas, que vive desde hace años en Lisboa y que colabora actualmente con el Movimiento Referendo por la Vivienda.
En declaraciones a EFE explicó que esta manifestación fue convocada precisamente como un guiño a las fiestas populares de San Antonio y que el objetivo es denunciar «el modelo turístico depredador, que solo enriquece a los pocos y empobrece a la gran mayoría de trabajadores».
El activista precisó que esta marcha se enmarca dentro de una convocatoria para este domingo que ha movilizado protestas en varios países del sur de Europa, como España, Grecia e Italia.
También participó en la marcha Marco Seabra, un profesor de 27 años que lamentó en declaraciones a EFE que el nivel de turistificación de Lisboa se ha vuelto «insoportable», con cada vez más alojamientos turísticos mientras los alquileres para los residentes locales son «excesivos».
«Vivo en Lisboa desde hace ocho años y desde entonces hasta ahora los precios de las casas se han más que triplicado. Un cuarto antes serían 250 euros y ahora conseguir un cuarto a menos de 800 euros es bastante difícil», aseguró.
Seabra explicó además que tiene colegas que también son profesores que no aceptan puestos en escuelas lisboetas por el precio de vida de la ciudad.
«De mis amigos de siempre, cada vez que un casero no quiere renovar el contrato es un drama enorme conseguir una vivienda por el mismo precio o semejante. Es un drama enorme y acaba siempre en trasladarse más lejos dentro de la ciudad», resumió.