Tokio, 20 sep (EFE).- La española María Pérez, con su segundo oro consecutivo en los 20 km marcha tras el logrado hace una semana en los 35, fue la gran protagonista de la penúltima jornada de los Mundiales de atletismo de Tokio, en los que brillaron también la ecuatoriana Juleissy Angulo, campeona en jabalina, y los kenianos Emmanuel Wanyonyi y Beatrice Chebet en los 800 y 5.000.
La jornada comenzó con las dos pruebas de los 20 kilómetros marcha, en las que consiguieron el oro María Pérez, que revalidó su corona de Budapest 2023 y se marcha de Japón con un doblete dorado, y el brasileño Caio Bonfim, que hace una semana celebró una plata en los 35.
María Pérez, con un tiempo de 1h25:54, volvió a demostrar que actualmente es la mejor marchadora del mundo por muchas razones, principalmente porque parece intratable y gana todas sus carreras con una enorme superioridad, como demostró en los 20 kilómetros apenas una semana después de ganar el mismo metal en los 35.
La marchadora española, de 1,58 metros de estatura y entrenada por Jacinto Garzón, es un portento al que las rivales temen, sobre todo por la confianza que desprende desde hace cuatro años, cuando hizo unos cambios para mejorar su técnica de carrera tras el sinsabor de los Juegos de Tokio 2021 -aunque la marcha se disputó en Sapporo-, en los que fue cuarta, y en los Mundiales de Eugene, donde fue descalificada en los 20 y 35 km.
María Pérez, con estos resultados, se convirtió en la primera mujer en lograr dos dobletes mundiales consecutivos y además iguala con su gesta al estadounidense Carl Lewis (100 y longitud), al jamaicano Usain Bolt (100 y 200) y al británico Mo Farah (5.000 y 10.000).
La segunda en la final de los 20 km marcha fue la mexicana Alegna González (1h26:06), que consiguió el récord mexicano y de Centroamérica, y el bronce fue para la japonesa Nanako Fuji (1h26:18), récord nacional.
Por su parte, Caio Bonfim, de menos a más, protagonizó un final espectacular, ya que en los dos últimos kilómetros pasó de ser cuarto a primero adelantando a todos sus rivales con una demoledora superioridad hasta parar el crono en 1h14:18.
Tal fue el ritmo que marcó que muchos de los aficionados presentes en los aledaños del estadio se llevaron las manos a la cabeza al dudar sobre si esa velocidad era propia de un marchador o de un corredor, aunque ninguno de los jueces le mostró ninguna sanción.
Al brasileño le acompañaron en el podio el chino Zhaozhao Wang, plata, y (1h18:43) y el español Paul McGrath se llevó el bronce (1h18:45)
Chebet y Wanyonyi, doblete keniano
La final de los 5.000 metros femeninos tuvo nombre keniano ya que Beatrice Chebet, la campeona olímpica, ganó de forma contundente superando en la última recta a su compatriota Faith Kypiegon, que no pudo revalidar el oro de Budapest hace dos años.
En esa misma final se coló con el tercer puesto la italiana Nadia Battocletti, que está demostrando el nivel que atesora y que la está permitiendo tutear en las pruebas de fondo a las grandes atletas africanas.
También fue vibrante la final de los 800 metros que ganó Emmanuel Wanyonyi para sumar su primer título mundial. El keniano, para evitar sorpresas y consciente de que si aceleraba la carrera desde el principio tenía todo a su favor, imprimió un ritmo muy alto que hizo sufrir a los rivales, especialmente al español Mohamed Atttaoui, que se había mostrado bastante fuerte en la ronda previa y las semifinales y terminó quinto.
Inicio de los relevos
La penúltima jornada también supuso la entrada en acción de los relevos, siendo el primero el 4×400 masculino que lideró Botsuana con Letsile Tebogo, el campeón olímpico de 200; la clasificación para la final de Portugal con récord nacional (2:59.70) y la eliminación de Estados Unidos.
El 4×400 femenino parece que será un mano a mano entre Jamaica y Estados Unidos, los dos únicos países que bajaron en 3:23 en la clasificación, con España, que reciente ganó los Mundiales de relevos, eliminada por solo cinco centésimas.
El relevo del 4×100 masculino trajo como sorpresa la descalificación de Jamaica tras el lío que se hicieron Julian Forte y Kishane Thompson, algo que allana el camino a Estados Unidos con Ghana, que hizo récord nacional 37.79; Canadá y Países Bajos como principales rivales.
El último relevo fue el 4×100 femenino, que promete una final de altos vuelos con Estados Unidos, Alemania, Jamaica y Gran Bretaña peleando por el oro y España, subcampeona en los Mundiales de Guanzhou, tratando de dar la sorpresa.
Peso, jabalina y heptatlón
Una de las sorpresas de la jornada llegó en la final de lanzamiento de jabalina femenina, en la que la ecuatoriana Juleisy Angulo se proclamó campeona del mundo con una marca de 65,12 metros, batiendo su propio récord nacional por segunda vez en dos días, algo que «no esperaba» al llegar a Tokio.
La segunda en la final de jabalina fue la lituana Anete Sietina (64,64), con marca personal, y la tercera la australiana Mackenzie Little (63,58), bronce.
El lanzamiento de peso femenino tuvo un nombre propio, el de la neerlandesa Jessica Schilder, que se guardó para el último intento su mejor lanzamiento, que llegó hasta los 20,29 metros, solo ocho centímetros más que los 20,21 de la estadounidense Chase Jackson, que defendía su corona de Eugene 2022 y Budapest 2023.
Tercera, con 20,06 metros, marca personal, fue la neozelandesa Maddison-Lee Wesche.
El heptatlón vivió su jornada final con las últimas tres pruebas de su concurso. Tras ellas el podio quedó formado por la estadounidense Anna Hall (6.888 puntos), oro; la irlandesa Kate O’Connor (6.714), plata y récord nacional; y la estadounidense Taliyah Brooks (6.581), bronce.
La buena noticia es que la española María Vicente, que sufrió una grave lesión en el tendón de Aquiles de la pierna izquierda hace dieciocho meses, regresó a una gran competición internacional y acabó duodécima.
En total, María Vicente sumó 6.207 puntos, muy lejos de la pelea por las medallas que fue para la estadounidense Anna Hall (6.888), oro; la irlandesa Kate O’Connor (6.714), plata y récord nacional; y la estadounidense Taliyah Brooks (6.581), bronce.
David Ramiro