Madrid, 25 jun (EFE).- El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha acusado este miércoles al PP de usar el trabajo de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil para intentar «manipular a la opinión pública y tapar sus propios escándalos», como el de haber perpetrado el «mayor ataque a las fuerzas de seguridad» con Mariano Rajoy en Moncloa.

Marlaska ha comparecido ante el pleno del Congreso para, entre otros asuntos, dar cuenta, a petición, del PP de las supuestas intervenciones del Gobierno en el trabajo de la UCO, responsable de las investigaciones en marcha del caso Koldo, el fiscal general del Estado o los de la mujer y del hermano del presidente Pedro Sánchez.
Ha negado cualquier tipo de interferencia en estas investigaciones, lo que ha contrapuesto con las actuaciones del PP que «convirtió el Ministerio del Interior hasta 2018 en el buque insignia de la corrupción» en España y organizó la «mal denominada» policía patriótica.
«En este país no ha habido mayor ataque a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que el que su partido perpetró, con Rajoy en la Moncloa y muchos de ustedes ocupando estos mismos escaños o en responsabilidades de Gobierno», ha enfatizado el ministro antes de asegurar que los populares tienen «ganado a pulso un gran puesto en la hemeroteca de la hipocresía».
Tras subrayar que la Policía Nacional y la Guardia Civil «están muy por encima» de la «falsa» dignidad del PP y de «sus lecciones de supuesta limpieza democrática», Marlaska ha recordado que nunca ha puesto en duda la valía, la profesionalidad y el honor de las fuerzas de seguridad.
Por el contrario, su propósito ha sido «dignificar» el excelente trabajo de ambos cuerpos y defenderlo, también la labor de la UCO, una unidad creada hace 37 años, que realiza su labor «conforme a la ley y en dependencia funcional y exclusivamente de jueces y fiscales» y que considera una de las piezas clave del funcionamiento del Estado democrático y de Derecho.
Se ha dirigido al PP para espetarle que el reconocimiento y el apoyo a la labor de la UCO «se hace respetando sus actuaciones como policía judicial y no utilizando su trabajo para intentar manipular a la opinión pública y tapar sus propios escándalos».
Marlaska ha ilustrado el apoyo del Gobierno al trabajo de la UCO con algunos datos, como el aumento del número de efectivos que ha pasado de 300 a 500 agentes; de su presupuesto, que ha duplicado y de la reciente convocatoria de pruebas de selección para cubrir vacantes para 150 aspirantes de las escalas de suboficiales y cabos y guardias.
«Eso no es descabezar a la UCO», ha advertido antes de reiterar que esta inversión ha supuesto que sus agentes trabajen «con mayor tranquilidad y mayor independencia», lo que ha revertido en que esta unidad de investigación sea un destino atractivo.
Durante su intervención el ministro también ha querido dejar claro su más «absoluta repulsa e indignación» con cualquier caso de corrupción «venga de donde venga y afecte a quien afecte», si bien ha matizado que existen «diferencias» respecto a cómo y cuándo se actúa frente a ella.
Así, ha defendido que Sánchez actuó con diligencia y contundencia» al conocer los indicios del caso Koldo, frente al comportamiento del PP en el Gobierno que «amparó» la corrupción.
«Se tapaba, se amenazaba a periodistas y se destruían pruebas a martillazos. Ahora, con este gobierno, la corrupción se persigue y se castiga», ha apostillado antes de volver a reiterar el «máximo» respeto al Poder Judicial, las fuerzas de seguridad y, por supuesto, «a los informes que estas puedan elaborar».